DISCOS VICTOR 1918-1919

Domingo, 27 de Febrero de 2011 16:36 Pablo
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ANUNCIOS DE LA CASA VÍCTOR EN 1919

ACLARACIONES SOBRE LA POPULARIDAD DEL TANGO

Por Pablo Taboada 

El 19 de febrero de 1919, la Revista “Caras y Caretas” anunciaba en su antepenúltima página las novedades de los discos Víctor de la serie 69000. Las grabaciones efectuadas en Buenos Aires hacia fines de 1918 se publicaron a partir del verano de 1919.

La popularidad del tango en esa fecha era por demás significativa. Es más, debe replantearse el tema falaz de la impopularidad del tango en Buenos Aires hasta su visto bueno en París. Esa flagrante anatema, burla gran parte de la verdad histórica y confunde ficción con realidad. Algunas películas del cine argentino contribuyeron a forjar este dogma farsante en algunas plumas de escritores livianos.

El primer error conceptual enorme para dirimir la compulsa, es partir de la premisa que considera que la sustancia de la popularidad o la aceptación del género debía pasar inexorablemente por la aprobación de una minoría ilustrada o económicamente pudiente.

El problema de este enfoque nos obliga a pensar que la masividad del tango dependía de la comunión o excomunión de las clases adineradas, que por lo general son siempre minoritarias. Dado este esquema, si la gran mayoría de la población bailaba tangos en los miles de lugares públicos o compraba abiertamente los discos de Pacho, Arolas o Berto, poco importaba el fenómeno.

Si en cambio se considera, que la recepción y la simpatía del fenómeno puede rastrearse sobradamente en las conductas de la gran mayoría de la población, es alarmantemente desubicado endilgar la fama del tango recién en 1913 o 1914, merced a los éxitos alcanzados en París. Y este error tiene varias aristas; en principio, porque la fonografía y las casas de baile y música indican lo contrario: a casi todos les gustaba el tango. Pero tampoco puede tomarse como cierto que a la gente aristocrática no le gustara nuestra música, ni que solo la aceptaran después de la campaña hecha por algunos argentinos en el extranjero en 1913.

Bastante antes de esa fecha, el tango ya gozaba de cierta brecha de reconocimiento musical y coreográfico en Europa y a su vera, muchos hombres de alcurnia como los Newbery o los Argerich eran asiduos concurrentes a los salones danzantes donde se bailaban tangos. También la cantidad de obras dedicadas por los músicos a la nobleza patricia porteña o de las capitales del interior eran elevadas, ya que en muchas ocasiones, los acaudalados concurrían a escuchar a las orquestas o inclusive organizaban festivales públicos o privados donde contrataban para tocar a los músicos tangueros o bien a los cantantes criollos como Gardel-Razzano.

A todo esto, las publicidades de las discográficas desde la incursión de los discos Royal, -primitivas placas grabadas en el país en el primer lustro del siglo XX-, han visto como la industria fonográfica se fue desarrollando a la par de la difusión de nuestro tango: puede sostenerse fácilmente la tesis de que hubo una difusión mutua entre el tango y los discos. Mientras los tangos hacían populares a los discos, los discos también hacían populares a los tangos.

Este aviso en tiempos en que la casa Pratt & Cía de la calle San Martín 112 en pleno centro de Buenos Aires, era la representante local de la Víctor Talking Machine de Nueva Jersey, Estados Unidos, nos anuncia un elenco estelar: Pacho, Arolas, Berto, Loduca, etc.

Un repaso por los discos a la venta son los siguientes:

ORQUESTA TÍPICA BERTO

69807: “El rastreador”, tango de Peregrino Paulos           

              “L’Abbaye”, tango de Peregrino  Paulos

69808: “Amor Prohibido”, mazurka de Miguel Sciutti             

              “La provincianita” (La uruguaya), zamba

Interesante destacar que la orquesta de Berto era en aquel entonces una agrupación por demás solicitada en el espectáculo porteño. Su director al fueye, Vicente Gorrese al piano, José Boutureira y Paredes en violines, deleitaban al público escucha. De los dos tangos que llevó al disco de Peregrino Paulos, uno hace mención al cabaret “L’ Abbaye” donde tocaron casi todas las orquestas famosas, entre ellas, la del propio Berto que actuaba allí desde 1917. También es notable ver como las viejas agrupaciones seguían grabando mazurkas –aunque a partir de esta fecha comenzaron a mermar las mismas en los repertorios orquestales-, y aires camperos como zambas, cuecas, etc.

Por su parte, aparece en escena un gran disco de la típica de Eduardo Arolas que en aquella época tenía generalmente en su planta titular al propio Arolas y a Manuel Pizarro en los bandoneones, Rafael Tuegols y Julio De Caro en violines, José María Rizzutti en el piano y Luis Bernstein en el contrabajo (vemos que muchos grandes se formaron al lado del “Tigre”)

ORQUESTA TÍPICA AROLAS 

69709: “Lágrimas”, tango de Arolas           

              “Anatomía”, tango de Arolas

Arolas grabó en la Argentina para tres casas disímiles: Odeón, Víctor y Tagini. Pero es común encontrar discos de Arolas con diferentes sellos marcarios. Eso se debía a que las matrices serie 28.000 de los hermanos Tagini, editaban los títulos de Arolas con diversas etiquetas por cuestiones de índole comercial, tributaria y publicitaria: hago referencia a “Sonora” –que podría ser la marca central de la serie- y “Tocasolo sin rival”, “Polydor” “Oro-Phone”, etc. Otras correspondían a casas de música o sucursales del interior como “Arena Record” o “Ferrari”.

En aquel 1918/19, Juan Maglio Pacho, que grabó para Tagini en la época de “Columbia Record” y “Discos Dobles Columbia” y para Nazca en “Era”, llegó a la Casa Pratt para imprimir en la “Víctor”. En esta época el conjunto de Pacho había modificado un tanto su manera de ejecutar respecto de su primer gran cuarteto con Hernani Macchi, Pepino y Luciano Ríos o Leopoldo Thompson en el período 1910-1914. Pacho había inaugurado un conjunto nuevo con él y el nobel Pérez Pocholo en los bandoneones, Emilio Nervo, José Serra y Juan Ferrer en violines y Luis Suárez en piano. Con este conjunto, grabó para la Víctor. Luego, en los años 1920/21 modificaría su planta estable y daría paso a la orquesta que pasó poco después a la Casa Glücksmann.

Puede verse como también Pacho incluía en su repertorio canciones criollas. 

 

ORQUESTA TÍPICA PACHO

69709: “Acuarelas porteñas”, estilo de Pacho             

              “La guardia vieja”, tango de Pacho.

También salen a la luz dos discos magníficos de la típica de Vicente Loduca. Así nos presenta los títulos:

 

ORQUESTA TÍPICA LODUCA

69809: “La gallinita”, tango de Vicente Loduca             

              “Penas de amor”, vals de Augusto Pedro Berto 

69810: “Amoníaco”, tango de Osvaldo Fresedo         

              “Menenguina”, tango de Osvaldo Fresedo

Hay que recordar que Fresedo trabajó con Loduca en estos tiempos de 1918 e inclusive hicieron dupla bandoneonística ejemplar. La de Loduca, será la última agrupación para la cual Fresedo trabajará como músico integrante, para pasar ya a la dirección de agrupaciones desde 1919.

La publicidad no se agota con estos títulos sino que oferta versiones de la Rondalla Usandizaga con repertorio español, el dúo de acordeón a piano y guitarra “Juannino” con tangos, polkas y schottisch y las canciones cómicas de Alfredo Mazzuchi.

Por último destaco que la casa Pratt tenía sucursal de la “Víctor” también en Rosario y que en Montevideo, los discos del perrito Nipper eran distribuidos oficialmente por la casa Dellazoppa & Morixe de la Plaza Independencia, con otra sucursal en la calle Sarandí. Al contrario de lo que solían decir los coleccionistas uruguayos, los discos Víctor de ésta época como así también los de la típica Alonso-Minotto, fueron grabados en Buenos Aires y no en el Uruguay. Ellos adjudicaban a las sucursales precitadas equipos y estudios de grabación de los cuales adolecían, puesto que solo eran casas de venta de discos y productos de audio de la Víctor.                                      

Actualizado ( Domingo, 27 de Febrero de 2011 17:05 )