JUAN JOSÉ DE GALLASTEGUI
Referencia biográfica
Por Mario Valdéz
(28 de septiembre de 1906; 1 de diciembre 1965)
Hijo de Gregorio Gallastegui y Febe Menéndez.
Violinista nacido y fallecido en Mendoza, ejecutante de excepcional talento.
Hizo sus primeros estudios violinísticos en Mendoza, con el profesor español Julio Corona (1889-1967). En su niñez fue llevado por sus padres a Europa, continuando allí sus estudios, y por concurso de oposición ingresó al curso superior del Conservatorio Real de Madrid, bajo la dirección del maestro Antonio Fernández Borgas (nacido en 1870, Fernández Borgas, dicho entre paréntesis, era considerado entonces como uno de los mejores violinistas en su país, a tal punto que le cupó reemplazar al maestro Tomás Bretón y Hernández en la dirección del Conservatorio de Madrid).
El adolescente Juan José de Gallastegui ganó luego en certamen público el primer premio de violín. Con esa distinción en su currículo se presentó al concurso internacional del “Premio Sarasate”, uno de los mayores certámenes de violín en el mundo, ganándolo por unanimidad en junio de 1923, cuando tenía solamente 17 años de edad, siendo distinguido con el honor de ejecutar en un concierto el violín “Stradivarius” que la reina Isabel II obsequiara al insigne y genial concertista de violín de todos los tiempos, el español Pablo Martín Sarasate (1844-1908) y que éste legara al Real Conservatorio de Madrid.
De regreso a Argentina, se radicó en Buenos Aires presentándose en una serie de conciertos en el país y en otros países de América.
En Buenos Aires comenzó sus actuaciones con Francisco Canaro en la orquesta y con el tiempo en el Quinteto Pirincho. En la década de 1930, acompañó entre otros artistas, a Charlo y en otras ocasiones a la cancionista Adhelma Falcón -hermana de la popular Ada-, junto al bandoneonista Federico Scorticati y al maestro Osvaldo Pugliese en piano.
Hermenegildo Colom lo incluyó en la Guía General Orquestal Argentina, consignando su domicilio, en 1940, en calle Tucumán 1424, departamento “F”. En 1941 se trasladó a su ciudad natal, y allí fundó una Academia de violín, desarrollando la enseñanza hasta que falleció cuando tenía un mundo pleno por delante. Al despedir sus restos, la oración fúnebre estuvo a cargo de su amigo de siempre, el gran profesor Higinio Otero.