Carlos Gardel - Reseña de su trayectoria (parte I)

Viernes, 05 de Marzo de 2010 18:08 Pablo
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CARLOS GARDEL (parte I)           

ESTE ARTÍCULO SOBRE LA TRAYECTORIA ARTÍSTICA DE CARLOS GARDEL, FORMARÁ PARTE DE LA ENCICLOPEDIA DEL TANGO DE MARIO VALDÉZ Y PABLO TABOADA, Y SUS AUTORES NOS ADELANTAN ESTE FRAGMENTO EN EXCLUSIVA PARA WWW.INVESTIGACIONTANGO.COM 

GARDEL, CARLOS ROMUALDO. (Toulouse, Francia 1890- Medellín, Colombia, 1935). Máxima figura del tango y del canto argentino, fue calificado por el historiador inglés Eric Hobsbawm como el artista latinoamericano más importante del siglo XX. Junto a Maurice Chevallier, Tino Rossi, Bing Crosby, Al Jolson, Carlo Buti y Richard Tauber (y los tenores italianos Enrico Caruso, Beniamino Gigli y Tito Schipa), compartió el mérito de haber sido uno de los cantantes populares más reconocidos de su época a nivel internacional, y hasta la actualidad no se ha conocido ningún intérprete que pudiera siquiera igualar su indiscutible arte. Se lo considera, con sobrada razón, el cantante de música popular más destacado de todos los tiempos. Sus discos y películas siguen siendo difundidos entre miles de admiradores a escala mundial.

RESEÑA DE SU TRAYECTORIA ARTÍSTICA

Por Pablo Taboada

1. NACIMIENTO.

El astro nació en la ciudad francesa de Toulouse a las dos de la mañana del día 11 de diciembre de 1890 en el Hospital de La Grave de la precitada localidad. Fue bautizado como Charles Romuald Gardés. Su madre, Marie Berthe Gardés, por motivos desconocidos, no declaró ante las autoridades médicas y civiles de la alcaldía de Toulouse el nombre del padre del recién nacido. Se sabe que Berthe (Berta) nació en la misma ciudad que su hijo natural en el año 1865, hija de una familia de clase media cuyo padre era el señor Vidal Gardés -yesero de profesión- y su madre Helena Camares, propietaria de una tienda de sombreros. El cantor llegó a conocer posteriormente siendo ya un reconocido artista, a sus abuelos maternos, como así también a su tío  Jean Gardés y a la familia de éste último, quienes vivían en la ciudad de Albi, cercana a Toulouse. Bertha también tuvo un hermanastro llamado Carlos, de profesión militar, nacido en Venezuela (la familia Gardés se trasladó algunos años a Caracas por cuestiones comerciales y luego retornó a Francia) muriendo en la India al servicio de la Legión Extranjera. La vida de este hermano de Bertha -extremadamente documentada- ha dado lugar a historias tergiversadas y muy poco creíbles sobre el origen y la infancia de Gardel. Acerca de la historia de su padre se han expresado varios testimonios, no pudiendo por el momento establecerse con claridad la dilucidación del asunto. La señora Bertha ha expresado y exhibido ante la prensa porteña el nombre y la fotografía de un hombre de origen francés llamado Romuald. La señora Isabel Del Valle -novia oficial del cantor- se habría manifestado en el mismo sentido como también la señora viuda de su compañero de canto, Cristina Cinícolla de Razzano. En cambio, el último apoderado y albacea testamentario del ídolo y de su madre, señor Armando Defino, ha presentado al padre de Gardel como un supuesto viajante de comercio francés (otros lo identificaban como ingeniero) llamado Paul Lasarre o Lasserre, en desmérito de las opiniones que anunciaron a Romuald Gardés o Paul Gardés como posible progenitor del niño, no pudiendo determinarse si efectivamente el apellido del supuesto padre del cantor fuese un homónimo de su madre, teniendo en cuenta que en el sur de Francia,  Gardés o Gardes era un nombre de familia bastante común; o bien, por el contrario, era el de una persona que tuviera algún grado de parentesco con la señora Bertha. Ésta se declaró soltera al momento de dar a la luz a su hijo y en ocasión de ingresar a la República Argentina procedente de su suelo natal en el mes de marzo de 1893, se declaró ante las autoridades migratorias como de estado civil viuda. Vale decir que en el mismo reportaje del año 1936 por el cual la madre del artista dijera que su marido habría sido Romuald, se habría asegurado también que este hombre, de profesión tipógrafo, falleció en Toulouse hacia fines de 1892 o principios de 1893, y por tal motivo, Bertha decidió marchar rumbo a Buenos Aires junto a su pequeño hijo. Inclusive, existe un reportaje de un diario uruguayo donde el propio Gardel narraba la misma historia que su madre contó la primera oportunidad que tuvo de hablar del tema ante los cronistas, en el año 1936. Esta sugestiva coincidencia debe tenerse en cuenta como uno de los pocos hilos conductores de cierta precisión, ante la gran cantidad de testimonios incongruentes, inauténticos e inverosímiles existentes sobre el particular. A pesar de no poderse determinar con solvencia la paternidad del cantor, se sabe que en el año 1893, Charles Romuald de dos años y tres meses, llegó al puerto de Buenos Aires junto con su madre Bertha.

2. EL ARRIBO A BUENOS AIRES EN 1893.

Gardés niño y su madre llegaron a Buenos Aires, procedentes del puerto de Burdeos, Francia, el día 11 de marzo de 1893. El viaje lo efectuaron en el Vapor Dom Pedro. En dicha travesía Bertha y Charles, conocieron a la familia Capot (algunos dicen que se conocían desde antes en Francia, otros después pero eso no viene al caso), también coterráneos franceses con los cuales mantuvieron una relación amistosa de por vida. Hasta cierta época, existía documentación migratoria vinculada al ingreso de los nombrados a la Argentina. Sin embargo, ora sea por cuestiones de deficiencia administrativa de los registros públicos argentinos, ora por la indebida sustracción del documento en cuestión, ora por la variedad de trascendidos en la materia, dícese con segundas intenciones que esa prueba no existe actualmente. Es dable aclarar que los servicios documentales no son los mejores, pero que no debe renunciarse al hallazgo de dicha documentación, puesto que en el año 1977 las autoridades migratorias de turno extendieron a pedido de algunos investigadores un certificado comprobando el ingreso del cantor y su madre Bertha en la fecha antes indicada, con todos los datos migratorios correspondientes. Asimismo, existen los testimonios de la familia Capot, compañeros de viaje de los Gardés para testimoniar aquella travesía, y sobre todo se conservan los archivos navales pertinentes que indican claramente el itinerario del barco Dom Pedro, como así también el listado de los tripulantes y pasajeros de aquel viaje, no quedando dudas acerca del ingreso de los Gardés y los Capot a la Argentina, procedentes de Francia. Desde 1893, pueden seguirse los pasos de los Gardés con exactitud.   

3. LA POSICIÓN URUGUAYA.

No obstante lo manifestado anteriormente, un grupo de periodistas de nacionalidad uruguaya expresaron abiertamente la nacionalidad oriental del cantor. El puntapié inicial en esta materia lo dio el señor Erasmo Silva Cabrera (AVLIS), quien seguido luego por Blas Matamoro, González Paysé y Nelson Bayardo, crearon no sin enormes cantidades de problemas lógicos, discursivos y sobre todo fácticos (ante la gran falta de documentación histórica fehaciente, auténtica y verosímil) una historia que hablaría de dos (o hasta tres) Gardel, que habría nacido en el Uruguay y no en Francia y que no sería hijo natural de Bertha Gardes. Las versiones son bastante diferentes entre los sostenedores de esta irrisoria teoría. El nacimiento de Gardel en el Uruguay, se habría producido entre 1881 y 1887 (primera secuela no resuelta por los investigadores uruguayistas), presumiblemente en Tacuarembó, aunque el señor AVLIS también habría dicho que se decía que inclusive el cantor podría haber nacido en la ciudad de Montevideo. Según estas versiones, el cantor sería hijo de un coronel llamado Carlos Escayola, no pudiendo asegurarse con exactitud quien pudo haber sido su madre. Algunos nombres aportados acerca de este punto han sido volcados sin rigurosidad documental en numerosas páginas de libros y diarios y entre ellos se citaron indistintamente los patronímicos de Manuela Bentos de Mora, Lelia Oliva y Tomasa Leguisamo. A este respecto, el señor AVLIS ha publicado en su libro “Carlos Gardel. El gran desconocido”, de 1967,  la  versión de que el cantor sería el padre de Irineo Leguisamo, mientras que en un trabajo publicado en 1985, el propio autor manifestó que había cometido en su primer ensayo una serie de errores muy burdos y entre ellos expresaba que el puntual de su investigación, -que se basaba precisamente en el vínculo paterno filial entre Gardel y Leguisamo-, era un grosero equívoco, puesto que en verdad serían hermanos y no padre e hijo. La posición de ésta segunda versión desvanece en realidad toda la obra de AVLIS, en la medida de que los cimientos de su obra primitiva estaban dirigidos a probar que Gardel era hijo de la unión pasajera entre el Coronel Escayola y Bentos de Mora. Pero si nos atenemos a la segunda versión de AVLIS y el cantor sería hermano del jockey debemos suponer necesariamente que Bentos de Mora no podría ser la madre del cantante, habida cuenta de que si Escayola era el padre y Leguisamo, según esta teoría, el hermano, cabe decir que la madre del cantor sería la señora Tomasa Leguisamo o en su defecto, bastante más increíble, la señora Tomasa no sería la madre del deportista, sino la señora Bentos u otra. Todo lo dicho, de por si solo, marca una tendencia novelada pero muy poco verídica de la situación de la que debe salirse irrenunciablemente a efecto de evitar el absurdo.

 

4. LA DOCUMENTACIÓN DE GARDEL. LA TEORÍA DE DOS NIÑOS Y LA ADOPCIÓN DE BERTHA.

De Carlos Gardel no existe documentación filiatoria alguna que lo ligue ni a la familia Escayola ni al departamento de Tacuarembó (Y nunca la habrá porque ese nacimiento en suelo uruguayo jamás se produjo). Sí en cambio existe una partida de nacimiento francesa, más sus respectivas actas médicas y parroquiales de bautismo relacionadas con un niño llamado Charles Romuald Gardés, hijo de Bertha. De esta misma persona existe abundante documentación escolar y dos testimonios policiales de Buenos Aires que se condicen con las actas francesas. Una declaración policial de 1904 tiene la propia firma del cantor con sus trazos caligráficos indiscutidos. Sin embargo, los partidarios de la teoría uruguaya han declarado que todos aquellos documentos pertenecen a un hijo de Bertha diferente del cantor. De esta suerte surgió para la confusión general la tesis de los dos Gardel. Los simpatizantes de esta versión no pueden explicar la aparición del acta policial de 1904, en la cual se yergue la prueba más convincente que relaciona todos los antecedentes franceses. Según AVLIS, Gardel era hijo de Escayola y se llamaría Jacinto. El mismo no fue reconocido por su padre y luego de deambular por varios parajes y tener varias madres adoptivas, Bertha, quien se encontraría trabajando en el Uruguay, fue elegida para hacerse cargo del niño abandonado. Pero como Bertha ingresó a Buenos Aires con un chico de dos años en 1893 y se sostiene que el cantor sería de 1881, el lapso entre el viaje de Bertha de Uruguay a Francia y luego, de Francia a la Argentina, hace suponer que Jacinto Escayola siguiera deambulando por el Uruguay mientras Bertha retomaba y a su vez, abandonaba una vida en Toulouse, diera luz a un hijo y retornara al Río de la Plata. De paso previo por Uruguay, se hizo cargo de Jacinto y entonces habría criado a dos chicos. El suyo y el de Escayola. Sin embargo, los uruguayistas no han podido explicar la convivencia de los dos Gardel que en algún momento tuvo que haberse producido indefectiblemente en el mismo ciclo temporal, como asimismo la identidad del uruguayo, puesto que en tiempo bastante prolongado tuvo que haberse superpuesto una misma identidad con una misma persona en el mismo momento y en la misma casa. De allí surge que exista alguna versión de que el Gardel uruguayo -que sería el cantor para los uruguayistas- tomara los datos de su hermano adoptivo cuando fue detenido por la policía en Florencio Varela. Explicación insuficiente, si se tiene en cuenta la abundante documentación escolar que hablaría de la misma persona. Un Gardes  francés de Toulouse, hijo de Bertha, domiciliado en la calle Uruguay N° 162 de la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco se sabe que pasó con el otro chico. Una de las explicaciones que se han ofrecido, ha sido la de relacionar al hijo de Bertha con Carlos Gardés el militar venezolano, del cual se conserva una fotografía. Pero se ha documentado rotundamente toda la vida de esa persona que era hermanastro y no hijo de Bertha, desterrando toda idea de vinculación con la tesis uruguaya en ese sentido. Además, se encuentra documentada fehacientemente toda la vida de la señora Bertha y se ha confirmado que nunca había estado en el Uruguay antes de llegar a Buenos Aires en 1893. Por lo tanto, todo lo vertido por los investigadores uruguayistas no resiste el menor análisis documental y sólo podrían tener sentido sus alocuciones, si y sólo si se supone lógicamente la falacia de la existencia de dos o más niños o madres naturales o adoptivas, cosas que no se han dado en la realidad de los hechos en concreto y que por lo tanto, al no suponerse esa explicación reñida con la lógica y los sucesos acontecidos, la tesis uruguayista se convierte en una noción altamente desacertada y absolutamente nada convincente.

5. OTRA DOCUMENTACIÓN.

No se conoce que documentación tuvo Carlos Gardel con anterioridad a la década de 1920. Se induce que por los viajes a los países limítrofes entre 1915 y 1919, tuvo que haber tenido algún tipo de documentación (Existe un certificado de buena conducta que usó para viajar en esos años). Sin embargo, la misma nunca ha sido exhibida públicamente (hablamos de libretas o cédulas de ese lustro), ni se conoce ningún atesoramiento de ese tipo de papeles entre coleccionistas o descendientes de familias amigas del artista. Se presume ante los testimonios vertidos por personas de su círculo íntimo como Armando Defino, José Razzano o Edmundo Guibourg, que el cantor tenía en su poder varias cédulas de identidad otorgadas por dirigentes políticos como Alberto Barceló, que indicaban que era argentino nacido en la ciudad bonaerense de Avellaneda y hasta otra libreta con la indicación de que el astro habría nacido en la ciudad chilena de Punta Arenas. Ninguno de estos documentos han sido conservados, no sabiendo si los mismos han existido (posiblemente si), o cual fue el destino que sufrieron los mismos después de 1920. Lo cierto es que documentación de este tipo tuvo que haber existido y sin embargo, nadie ha avalado la postura de la nacionalidad argentina o chilena del cantor ante estas posibles cédulas con declaraciones que sabemos falsas. La documentación posterior a 1920, que a la postre ha sido la definitiva, sigue el ejemplo de falsedad como sus desaparecidos antecedentes. Carlos Gardel solicitó una cédula de identidad ante las autoridades policiales argentinas en 1920, declarándose uruguayo, oriundo de Tacuarembó. Luego, ante los trámites de ciudadanía argentina producido en 1923, volvió a presentar la misma declaración de 1920, quedando registrado ante el Estado argentino como nacido en el Uruguay el día 11 de diciembre de 1887. AVLIS sostenía que el cantor había nacido el día 21 de noviembre de 1881. Por lo tanto, consideraba que la declaración del cantor era falsa en cuanto a la fecha, pero no en cuanto a su lugar geográfico. Es de concluir que el propio AVLIS reconoce que la mitad de la información denunciada por el artista sería falsa. Sin embargo, es dable advertir que todo ese testimonio resulta completamente falso: lugar y año (Gardel respetó por cuestiones de convencionalismo social la fecha de su cumpleaños, pero modificó el año, citando en su reemplazo la fecha de su nacimiento de José Razzano para no olvidar la trampa. Razzano fue uno las personas que atestiguó sobre ese ese trámite que redefinió legalmente la nueva identidad jurídica del cantor). Por otra parte, no tendría el menor asidero lógico pronunciar la exactitud del caso, si la intención de Escayola o de Gardel era precisamente ocultar la presunta verdad vinculada al nacimiento del astro en Tacuarembó. Tampoco tendría ningún sentido que el cantor develara toda la verdad, cuando en realidad la teoría uruguayista se debería sostener necesariamente en la ocultación y no en el develamiento de la verdad que se pretendió esconder. Cualquier defensor de la tesis orientalista, no podrá salir airoso jamás de este problema lógico. Es por ello que la tramitación de la ciudadanía argentina registrada en 1923 se ha basado en declaraciones del propio cantor harto sabidas falsas, en consonancia con los presuntos documentos anteriores desaparecidos. La libreta de enrolamiento argentina, cédulas y pasaportes obtenidos para sus viajes, son consecuencia de la declaración efectuada por el cantor en 1923. Todos esos documentos fueron expedidos por autoridades argentinas. Gardel nunca aclaró estas cuestiones ante las autoridades del Uruguay. 

6. EL TESTAMENTO OLÓGRAFO.

El propio implicado sería el encargado de esclarecer a través de un testamento ológrafo fechado el 7 de noviembre de 1933, que había nacido el día 11 de diciembre de 1890 en la ciudad francesa de Toulouse y era hijo de la señora Bertha. Este documento fue elaborado por el cantor utilizando como cualquier sujeto su derecho civil de testar ante potenciales eventualidades y de esta manera, desvinculaba las cédulas, libretas o pasaportes argentinos que quedaron desacreditados ante este documento posterior. De esta forma, Gardel ligaba toda la documentación francesa del período 1890-1904 con todas sus actividades hasta la redacción del testamento, surtiendo sus efectos con posterioridad a su muerte. En definitiva, por medio de este instrumento la señora Bertha pudo abrir la sucesión de su hijo y la justicia argentina, como su par uruguaya, declararon formalmente al cantante como de nacionalidad francesa, descartando las alocuciones del propio cantor como oriundo del Uruguay. Algunos uruguayistas han dicho que ese testamento era falso. Desde su aspecto formal el mismo se torna auténtico. Cualquier especialista en caligrafía gardeliana podrá darse cuenta de que la redacción del mismo pertenece a la pluma del cantor. Sobre las verosimilitudes o falsedades de las declaraciones de Gardel para sus papeles en la década de 1920 debe resolverse si expresó la verdad en oportunidades anteriores (tramitaciones de libretas, cédulas o pasaportes) o en el caso de su obra testamentaria. Una de las dos declaraciones debe ser necesariamente falsa. Por todo lo vertido anteriormente, queda de manifiesto que las declaraciones hechas por el propio cantor que se tornan apodícticamente falsas son las que lo suponen nacido en Tacuarembó. La totalidad de las pruebas que los uruguayistas adjudican a otra persona (un segundo Gardel que nunca existió) queda desbaratada completamente por la propia unión probatoria que avaló el propio Carlos Gardel. La versión de la existencia de los dos Gardel es insostenible e infantil.

7. POSIBLES MOTIVOS DE LA DOCUMENTACIÓN ALTERNATIVA

Los autores uruguayistas no han pensado en las falsas declaraciones tacuaremboenses como posiciones alternativas de papeles públicos del cantor, en la medida que para ellos resulta convincente apelar a la ficción de los diversos Gardel, que resulta francamente ridícula. No objetan la documentación francesa ni dudan por un momento de las versiones uruguayas. Dicen abiertamente sin el menor espíritu de revisión crítica de las fuentes históricas, que la documentación francesa corresponde a una persona, mientras que la documentación argentina definitiva que se corresponde con la falsa declaración del cantor respecto a su nacionalidad uruguaya es fidedigna y perteneciente a otro sujeto. Todo se sustenta en la ficción de suponer dos personajes. Quien reniegue de tal suposición no probada históricamente hace ya de por sí añicos la mentira orientalista. Los partidarios de Tacuarembó no se han puesto a pensar  por ejemplo, ni en la coincidencia del nombre y la fecha de nacimiento entre las dos personas citadas, ni como fue la convivencia entre ambos y en qué momento el francés desapareció y como se esfumó. Por otra parte, los francesistas fanáticos, sostenedores de la versión evidentemente verdadera, recurren a extremos argumentales respecto al cambio de papeles del cantor por una muy poco convincente teoría de la deserción militar en tiempos de la guerra de 1914. Para los autores francesistas el cantor declaró falsamente su origen uruguayo para evadirse de sus obligaciones militares respecto de su país natal. Esta posición sostenida por Armando Defino y actualmente defendida por muchas personas, no ha tenido en cuenta que posiblemente los llamados del consulado francés a los nativos de ese país en Buenos Aires, como así también la aplicación de las leyes militares o de ciudadanía francesa eran inaplicables para el caso de Carlos Gardel y por ende, insignificantes, habida cuenta de que para 1914-1918, Gardel tendría (y según el propio Defino -padre de la teoría de la guerra-) documentos con testimonios de nacimiento argentino o chileno. Por lo tanto, esa documentación permitiría a Gardel evadirse ante cualquier llamado europeo por no ser nativo de Francia, sino de Argentina o Chile. Una segunda versión un tanto más proclive a pensar el cambio de identidad y su declaración de nacimiento uruguaya, reside en el hecho no menor de saberse que en el Uruguay de aquel entonces no existía servicio militar obligatorio y en efecto, Gardel podría declararse nativo de dicho país para no deber el servicio de las armas en la Argentina, en caso de haberse declarado nativo de la antedicha nacionalidad. Debemos remarcar que además de cambiarse su año y lugar de nacimiento, Gardel también modificó la última letra de su apellido: o sea, Gardés  por Gardel y no sólo por razones artísticas, ya que en su libreta y testamento se declara conocido públicamente por Carlos Gardel, nombre que usó para todas sus operaciones civiles y comerciales. No es un dato menor saber que la adopción del apellido Gardel tendría su origen en el año 1912, ocasión de producirse la reforma electoral en la Argentina, con la consecuente renovación y contralor del padrón militar. No es casual que ese año sea también el momento de su profesionalización definitiva, dando lugar a su primer conocimiento público general. Descartamos para esta fecha documentación del cantor de autoridades francesas en la Argentina por varios motivos:

a) Ante todo Gardel llegó al país bajo el amparo de leyes que tutelaban la inmigración europea.

b) De tener en 1912 documentación francesa, no debió haber temido ni por el servicio militar en la Argentina, ni por el de Francia, ya que había migrado de Toulouse yera único hijo sostén de mandre soltera o viuda; y mucho menos temer sobre la cuestión de la guerra que se inició dos años después de 1912.

c) Es de rigor lógico suponer que si el cantor modificó su apellido en 1912, tenía en aquella época documentación vinculada a un nacimiento en suelo argentino que comprometería su  posición con el empadronamiento militar.

d) Documentación argentina de (y hasta) 1912, desvirtuaría cualquier antecedente penal contra un Gardés francés (o francesito como le llamaban) en nuestro suelo, si portaba alguna cédula referida a un Gardel o Gardés, que además era argentino.

e) Pero la documentación de un Gardel argentino tuvo que haberse modificado después de la aplicación de la ley electoral argentina de 1912 y de allí podrían cobrar verosimilitud los testimonios sobre la supuesta documentación argentina con contenido declarativo del cantor como chileno (evidentemente falso) o inclusive documentación argentina con declaraciones sobre nacionalidad uruguaya falsa anteriores a 1920 que a la fecha no se han conocido, pero que pudieron haber existido.

Todas estas alternativas no han sido pensadas ni por uruguayistas ni por francesistas.

La vinculación del cantor con los hermanos Traverso y por medio de ellos con Gregorio de Laferrere y el caudillo Alberto Barceló, daría lugar a la obtención de papeles alternativos de autoridades civiles y militares con cierta comodidad. Otro motivo que debería ser analizado como posible causa del cambio de identidad, puede responder a cuestiones vinculadas al mundo de los comités (o reyertas similares o parecidas que se pudieron haber producido) que el cantor frecuentó con asiduidad entre 1907-1912, y que lo podrían relacionar con algún tipo de desmanes, sin caer en las afirmaciones de AVLIS de un Gardel guardaespaldas de los Traverso, ni de un militante perseguido por el gobierno de Hipólito Yrigoyen, ni preso político en Ushuaia por actos subversivos contra gobierno alguno. Mucho menos podemos pensar en un Gardel activista político anti-yrigoyenista en 1916, amén de sus simpatías conservadoras por cuestiones de amistad y favoritismos burocráticos. Y otra posibilidad, que no puede probarse por razones obvias, pero que sin duda puede tener un marco de razonabilidad propicio del cambio de identidad, puede deberse a la no aclarada paternidad del cantor y sus vínculos legales y de familia con parte de su ascendencia paternal francesa, absolutamente desconocida. Por lo tanto, puede concluirse que cualquier acto que motivara la política del cantor para modificar su identidad tiene su origen en cualquiera de las alternativas barajadas que obedecen a problemáticas de indudable índole legal. Servicio militar, empadronamiento electoral, carencia de documentación inmigratoria, antecedentes policiales leves o importantes, relación filial con parte de su desconocida familia francesa paterna o bien todos o sólo algunos de estos temas podrían generar el deseo de establecer otra identidad jurídica, sin la necesidad de caer en la defensa de la tesis de la guerra de 1914, ni en las irrisorias teorías de los dos Gardel de los escritores uruguayistas.  

8. POSTURAS ANTE LA PROBLEMÁTICA RESPECTO DE LA NACIONALIDAD DEL CANTOR. CONCLUSIÓN.

No caben dudas de que Carlos Gardel nació en Francia en 1890 y que era hijo de la señora Bertha Gardés. Sin embargo, reconocer puntos oscuros o de difícil resolución no implica aceptar las afirmaciones uruguayistas, que consideramos inaceptables. Cuando decimos uruguayistas, no asociamos ese apelativo exclusivamente a los uruguayos. Existen muchos uruguayistas que no son uruguayos y debe afirmarse que también existen muchos uruguayos que no son uruguayistas. El uruguayismo consiste en resaltar las posiciones que se reducen a estas tres, a saber: un Gardel hijo de Escayola, nativo de Tacuarembó que no es descendiente biológico de Berta. Francesistas, es un mote dirigido a todos aquellos que sostienen la versión de los antecedentes franceses de Gardel sin el menor análisis crítico de las fuentes ni de los sucesos históricos del momento.

9. INDUDABLES APORTES SOBRE LA NACIONALIDAD FRANCESA DE CARLOS GARDEL

El parecido físico de Bertha, Jean Gardés y el cantor alcanzaría para fundamentar con solvencia la filiación maternal de Carlos Gardel. Por otra parte, se argumenta que las pruebas fotográficas dan por tierra las afirmaciones uruguayistas. Existe una fotografía de Gardel fechada en Montevideo en el año 1905 en la cual se percibe claramente a un adolescente de alrededor de quince años. Todas las fotos posteriores a ella son pruebas fisonómicas irrefutables de que Gardel tenía diez años menos de lo que AVLIS y otros uruguayistas sostienen. El señor Paysé dice en su libro que Carlos Gardel se fotografió en el año 1903 junto a José Betinotti y otros políticos de la época en una fiesta celebrada en Campo de Mayo. Esa foto fue defectuosamente publicada por Paysé. Sin embargo, parece increíble que el autor uruguayo no se diera cuenta de que en páginas posteriores de su libro, publicara otra foto de Carlos Gardel del año 1912 vinculada a la publicidad hecha para la promoción de los discos Columbia, en la cual se percibe un juvenil Gardel no mayor de veintidós años, cuando el aspecto del año 1903 delataba al de un hombre de alrededor de treinta años. Esta incongruencia de por sí sola pone en tela de juicio las sentencias de los uruguayistas. La fotografía de Campo de Mayo se encuentra en nuestro poder en perfecto estado de conservación (inclusive tiene otras dos notorias publicaciones en papel) y se percibe claramente que la persona que se halla junto a Betinotti en Campo de Mayo no es bajo ningún concepto, el  cantor Carlos Gardel.   

10. INFANCIA Y JUVENTUD DE CARLOS GARDEL. PRIMEROS PASOS EN EL CANTO CRIOLLO. COMPARSA EN LOS TEATROS

Una vez desbaratada la insostenible teoría uruguayista, se retoma la biografía del cantor. Bertha viajó a Buenos Aires junto a Charles en 1893. Se hospedaron en la calle Uruguay N° 162 y vivieron junto al matrimonio francés amigo de Bertha de Anaix Beaux y Fortunato Muñiz. Anaix era amiga de Bertha desde sus años de Toulouse y había instalado un taller de lavado y planchado de ropa que tenía bastante trabajo. Bertha llegó a Buenos Aires con  labor y vivienda asegurada. Hacia 1898, Charles ingresó a la escuela. Después de concurrir a un establecimiento escolar fue anotado en 1901 en el Colegio Salesiano de Artes y Oficios Pio IX, también conocido como Colegio San Carlos y luego bautizado como Colegio Don Bosco, por encontrarse ubicado en las inmediaciones de las calles de Don Bosco y Quintino Bocayuva. De esta época existen registros escolares del cantor, su inscripción, boletines y fotografías. Posteriormente finalizó su escolaridad en el año 1904 como estudiante del Colegio San Estanislao, con altas calificaciones. De esa época, proviene una detención del joven en la localidad bonaerense de Florencio Varela por hallarse en un prostíbulo siendo menor de edad.

Cuando terminó la escuela comenzó a frecuentar reuniones de canto criollo en almacenes y piringundines de la ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Existen testimonios de que un quinceañero francés apellidado Gardés y conocido como el “Francesito” o “El Morocho”, empezaba a canturrear en cafetines de distintos puntos de la ciudad, recalando preferentemente en el barrio del Abasto. Se lo recuerda cantando en una fonda de Corrientes y Anchorena y también en el café O’Rondemman de los Hermanos Constancio, Félix, José y Yiyo  Traverso, a la sazón, caudillos políticos del Abasto y protectores del juvenil cantor. Este café estaba situado en la esquina de Laprida y Humahuaca. El repertorio de Gardés se nutría de canciones criollas y fragmentos de óperas y canzonetas italianas en boga.

Otra vinculación artística temprana del cantor la ubicamos aún antes, alrededor de 1902, cuando por intermedio de su madre cumplía las tareas de reparto de ropas en los teatros de la calle Corrientes aledaños al taller de Bertha y Anaix. Precisamente por este vínculo, conoció el camarín de los hermanos Podestá y se relacionó con  Luis Giglione “Patasanta”, para trabajar como claqué y comparsa en los teatros de aquella época. Estas actividades de comparsa, como así también la de utilero en el teatro Victoria, le permitieron vincularse al medio teatral  y presenciar los grandes números líricos del momento, que ejercieron una notable influencia sobre el novel cantante. Estas veladas teatrales y las jergas de canto criollo en los cafetines y establos hípicos, caracterizaron la vida de Gardel desde el año 1904 hasta el año 1911 aproximadamente.

11. VIAJE AL URUGUAY. REGRESO AL ABASTO

En 1905, Gardel emprendió un viaje al Uruguay. Testimonios de Bertha indicarían que viajó a cantar con un amigo. Algunos uruguayistas sostienen indebidamente que Gardel estuvo en el Uruguay entre 1902 y 1910. Pruebas escolares indican que el Gardel francés, que es uno solo, se hallaba estudiando en Buenos Aires  hasta 1904. Entre los años 1904-1905, Gardés se habría empleado en la casa de la familia Baldasarre en Parque Patricios y cantaría también por aquel barrio; en los corrales y en fiestas hípicas donde era invitado.  Una fotografía tomada en un estudio uruguayo de Montevideo de 1905, delata su presencia en tierra oriental. No se sabe con exactitud cuánto tiempo estuvo allí el incipiente cantor, pero no creemos que haya estado mucho tiempo. Se supone que cantaba por algunos bodegones y cafés de la capital uruguaya y alrededores. Para el período 1906-1907, Gardés se hallaba instalado nuevamente en Buenos Aires. Cantaba en el O’Rondemman y en otros sitios por pequeñas sumas o donaciones de la concurrencia. Daba serenatas junto a otros aficionados del Abasto como Mingo Daguita, el Tanito Oriente y D' Angelo. Trabajaba como utilero y comparsa en algunos teatros y vivía con Bertha en la calle Rodríguez Peña 451. Sin embargo, su barrio por adopción era el Abasto y su lugar de reunión, el café de los Traverso.

Actualizado ( Miércoles, 17 de Junio de 2020 23:35 )