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CLAUDIA MUZIO

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CLAUDIA MUZIO

 

ITALIA Y SU ESTRELLA RUTILANTE

 

 

Por MARIO VALDÉZ

 

Soprano Italiana.

 

 

Queremos compartir con ustedes lo que el gran periodista argentino Edmundo Guibourg, escribió sobre Claudia Muzio, -la máxima cancionista lírica italiana de antaño-, en un artículo del diario "Crítica" de Natalio Botana del año 1925, cuando Guibourg era jefe de la sección teatrales, en la que también  revistaban Enrique Guastavino y Luis Góngora. En la época cumbre del periodismo culto argentino- lamentablemente extinguido desde hace años-, Guibourg era junto a Héctor Pedro Blomberg, el cronista más reputado de Botana. A continuación transcribimos el recuerdo acerca de la maravillosa cantante italiana.  

 

"Nació en Pavía y teniendo gran predisposición para la música desde niña, fue presentada a la maestra Ana Casolini -la primer gran contralto de Verdi- que tenía 90 años y era ya ciega. La Casolini la quiso oír y reconoció que su voz natural no tenía necesidad de impostación y que los pequeños defectos habrían desaparecido con el estudio y el tiempo. Tuvo así a la Casolini por maestra y en el padre, que era uno de los buenos directores de escena de sus tiempos, un consejero ilustrado que le infundió las primeras nociones de arte, y le enseñó todo lo que de accesorio completa la educación de una actriz lírica.Claudia Muzio debutó en Arezzo con “Manon” de Massenet, llamando de inmediato la atención de la crítica italiana. Luego emprendió su rápida ascensión, triunfando en todos los principales teatros del mundo. Vino al COLÓN en 1919 por primera vez, y en todas las temporadas consecutivas hasta hoy. En 1926 volverá con la compañía organizada por la Municipalidad.La Muzio canta con la verdadera pasión el artista que crea los personajes de la ópera, identificándose con él y sufriendo o gozando el dolor o la dicha del protagonista, pues sólo en esta forma tiene la conciencia de hacer arte verdadero. Ella cuida también todos los detalles, y como en escena no tiene por qué preocuparse de su voz, toda su atención se dirige exclusivamente hacia la figura interpretada, para vivir sus sentimientos, para fundirse con ella íntimamente. Claudia Muzio puede pasar de “Aída” a “Traviata”, de “Trovatore” a “Boheme”, haciendo todo el repertorio ligero, lírico y dramático, entendiendo en este último que sigue la escuela antigua, sin gritos extraordinarios, pero muy poco musicales. Estudia regularmente, ejercitando su voz, para encontrarse en cualquier momento en condiciones de vencer las dificultades que se le presenten. He aquí el secreto de sus ininterrumpidos triunfos. De su actuación en nuestro COLÓN en 1924, creemos necesario recoger algunos de los juicios emitidos por la crítica porteña, ya que Claudia es de por sí una de las pocas grandes figuras del teatro lírico mundial. Estos juicios dirán mejor cuáles son sus méritos más destacados. “La Nación”, después de haber confesado que poco se puede agregar a lo que ya se sabe de su actuación, escribió: “Vuelve la misma cantante deliciosamente expresiva, en la nota suave, -muchos cantantes podrían aprender de ella a cantar piano- musical en su canto y correcta en el decir: actriz esbelta y armoniosa”.

 

De su interpretación de “Aída”, dijo “La Nación”: “A su parte, si bien no encuadra del todo dentro de sus facultades, ella imprime un acento personal, amoldándola a sus medios expresivos, y quitándole mucho de esa aspereza y dramaticidad violenta con que, generalmente, se la reviste. Es la suya una “Aída” más fina, más discreta y también más interesante, ya que nos muestra cómo el talento de esa cantante sabe adaptarse a concepciones a veces opuestas”.

 

Crítica”, después de haber elogiado la interpretación, observó con mucho tino: "Persiste la Muzio en cultivar la actitud plástica que en más de un momento sorprende. Y es que juzgamos por comparación. En el transcurso de los años ella se ha dedicado a perfeccionar su interpretación, cultivando las más bellas poses y actitudes. La sorpresa está en que las demás infinitas “Aída” que hemos oído, se limitan a cantar… y gracias”. En 1925 Claudia Muzio fue uno de los grandes atractivos de la temporada oficial, de la que sostuvo con Gigli el mayor peso.Este año volverá al COLÓN con perfecto derecho".   

El diario “La Nación”, de los De Vedia y Mitre,  tenía como jefe de la página teatral al gran uruguayo Octavio Ramírez, bajo cuyo mando se desempeñaban el segoviano Andrés Muñoz Sobrino y el porteñísimo Honorio Roigt, traductor de “Le Coçu magnifique” que representara con bastante éxito la Compañía Rivera-De Rosas (dicho esto entre paréntesis).

Digamos ahora que Claudia Muzio nació en Pavía el 07 de febrero de 1889 y falleció en Roma el 24 de mayo de 1936.

 

Esta soprano lírica estuvo entre las máximas divas de su tiempo,  y fue llamada “La Divina Claudia”, y se ha dicho que fue una de las antecesoras directas que tuvo Maria Callas. Hija de un manager teatral, el haberse criado en Londres la hizo dominar a la perfección el idioma inglés.

 

Cantó con Enrico Caruso, Beniamino Gigli, Giovanni Martinelli, Tito Schipa y muchas otras celebridades internacionales, actuando con ellos durante seis años consecutivos en el Metropolitan Opera de Nueva York.

 En 1919 actuó en el Teatro Colón de Buenos Aires bajo la conducción del maestro italiano Tulio Serafín (1878-1968),-quien luego secundara a la propia Maria Callas-,  lo que le valió convertirse en favorita del mundo lírico porteño.

 

Fue muy celebrada por los públicos de Chicago y San Francisco,   donde inauguró el War Memorial Opera House, sede de la Ópera de San Francisco en 1932, interpretando Tosca. Su última gran actuación fue el rol protagónico en “Cecilia”, ópera sacra en tres episodios que sobre libreto de Emidio Mucci compusiera Licinio Refice (1883-1954) expresamente para ella en 1934.

El coleccionista Pablo Darío Taboada, posee numerosas placas de registros fonográficos de Claudia Muzio en 78 rpm, pertenecientes a la serie de la casa Columbia italiana, y entre ellos, se destaca una curiosa versión de muestra de la famosa canción "El relicario", en prueba de vocalización, acompañada al piano por un músico no identificado,  completamente inédita.

Claudia Muzio integra junto a Ninón Vallín y Maria Callas, el podio de estrellas femeninas rutilantes en el mundo de la canción lírica, y nuestra sección "Tango y Cultura", decide honrar el recuerdo de una de las voces más bellas de la historia del canto todo, porque más que nunca www.investigaciontango.com, promueve la difusión cultural de los valores olvidados por el post-modernismo. ¿Cómo no recordar a esta singular artista escuchada por todas nuestras cancionistas de tango como Libertad Lamarque o hasta el propio Gardel, que poseía entre su discoteca personal, varias placas de "la Divina Muzio"?.

     

 

Actualizado ( Domingo, 06 de Junio de 2010 00:01 )  

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