JOSÉ RAZZANO PARTE III (FINAL)
POR CARLOS TABOADA
COLECCIONISTA E INVESTIGADOR DE GARDEL
4. ACTIVIDADES EMPRESARIAS DE RAZZANO
Razzano, además de cantar, era el encargado de administrar tanto la parte comercial como así también las ganancias del dúo. La pericia mercantil del "oriental" era innata; sus dotes de buen negociador hicieron que Gardel dejara en manos de su socio y compañero de canto todo lo concerniente a este tema. El trabajo realizado por Razzano redundaba en pingues beneficios para los cantores, lo que permitió a estos, dar rienda suelta a su afición por las carreras de caballos. Esto les ocasionaría grandes problemas económicos, ya que frecuentemente caían en deudas por esta causa. Esos inconvenientes eran superados a fuerza de mayores presentaciones artísticas del dúo.
Ya afianzado el dúo en todo nuestro territorio, Razzano pensó que era conveniente expandirse más allá de nuestras fronteras. La fama del dúo ya llegaba a los países limítrofes, y plazas como Montevideo y San Pablo eran muy interesantes artística y económicamente para abordar, por lo tanto encaminó sus esfuerzos a la concreción de esos objetivos. En virtud de ese propósito, Razzano logró un considerable contrato con el empresario teatral Visconti Romano, uno de los más importantes del Uruguay, para presentar al dúo en el teatro "Royal" de Montevideo. Arregló para ello, una importante campaña publicitaria en medios gráficos y afiches callejeros por toda la ciudad, y programó una previa en privado para la prensa y autoridades uruguayas a los efectos de hacer notoria la presentación del dúo en dicha capital. El día 18 de junio de 1915, se llevó a cabo la presentación de los artistas, obteniendo un resonante éxito. Razzano era muy sagaz para los negocios. Finalizado el vínculo contractual con Visconti Romano, no dudó en aceptar nuevo contrato para firmar otro con Enrique Arellano, para que el dúo se presentara en el teatro "18 de Julio", por un monto económico superior al anterior. De ese modo, logró que el dúo actuara en los dos más importantes teatros montevideanos casi simultáneamente.
En Buenos Aires, luego del éxito logrado en Montevideo, Razzano firmó contrato con el legendario empresario del teatro Nacional, don Pascual Carcavallo, para que el dúo se incorporara a la "Compañía Dramática Rioplatense"dirigida por Alfredo Duhau. Con dicha compañía, viajaron en el mes de agosto en gira hacia el Brasil, actuando en los teatros municipales de San Pablo y Río de Janeiro.
Para 1917, los manejos comerciales de Razzano habían logrado presentar al dúo en las dos salas de variedades más relevantes de Buenos Aires, como lo eran los escenarios de los teatros "Esmeralda" y "Empire". Luego de su retiro como cantante, debido a una afección en sus cuerdas vocales, Razzano no solo se encargó de representar comercialmente a Gardel, con quien mantuvo la sociedad comercial en partes iguales como cuando formaba parte del dúo, sino que además representó a otros artistas de renombre tales como Charlo, Anita Palmero, Enrique Delfino y Ernesto Famá.
Razzano manejaba los ingresos de los espectáculos a discreción. Tras su retiro como cantor, Gardel le firmó un poder, el día 16 de octubre de 1925, nombrándolo administrador general de sus bienes. A partir de ese momento, Razzano pasó a ocuparse únicamente de todos los asuntos económicos, contratos de grabación y venta de discos, realización de giras por el interior del país y presentaciones teatrales, control y gestión para cobrar los derechos de autor y ejecución, como también ser selector principal del repertorio, aunque en este aspecto, consultaba algunas veces con Gardel. Razzano se encargaba también de pagar todos los gastos ocasionados por un stud de caballos de carrera, que los artistas habían adquirido anteriormente y de la compra de los caballos que llevaban los colores del establecimiento (gran parte de las deudas del dúo eran ocasionadas a este tema). Razzano, a pesar de ser muy ducho para los negocios, no tenía ninguna austeridad para manejar los gastos y se podría decir que más bien, malgastaba los enormes ingresos que el trabajo intenso del dúo generaba. Gardel nunca se preocupó por controlar demasiado las finanzas de su sociedad con Razzano, y tampoco se medía en sus gastos. Con el tiempo, estas acciones mutuas generarían una serie de roces, que devendrán en fuertes conflictos.
5. LA RUPTURA Y SEPARACION DEFINITIVA
Para 1931, la relación personal entre ambos, era ya insostenible. Gardel partió hacia Europa, y en la fluida correspondencia mantenida con Armado Defino durante el transcurso de 1932, solicitó que éste último controlara las maniobras de Razzano. Defino trató de mediar entre ambos, pero no consiguió resultado en su gestión. Gardel otorgó, a través de sus cartas del período, poderes a Defino y criticó duramente a Razzano, quién seguía conservando el poder de administrador general desde 1925.
No obstante ello, el dinero que Gardel ganaba en Europa era girado a Defino, a los efectos de hacer frente a las deudas que pesaban sobre el cantor, principalmente una hipoteca que gravaba su propiedad de la calle Jean Jaures 735 donde vivía con su madre, Doña Berta. Es menester decir, que la actividad desarrollada por Defino, regularizó las finanzas de Gardel en Buenos Aires. A todo esto, Razzano siguió haciendo caso omiso a las instrucciones emitidas por el cantor a su nuevo representante.
En 1933, de regreso en Buenos Aires, Gardel revocó el poder otorgado a Razzano en 1925 y presentó uno nuevo, donde confirió a Defino, la administración general de sus bienes. Pero en 1934, Razzano firmó un contrato como representante de Gardel, renovando el vínculo con la Casa Odeón, desconociendo los poderes de Defino. Mientras tanto Gardel se hallaba en los Estados Unidos ligado contractualmente a la Casa Víctor por propia decisión, originando un intrincado conflicto entre las grabadoras. Desde Nueva York, Gardel desconoció la actuación de Razzano y tras confusas negociaciones las empresas llegaron a un acuerdo.
6. RAZZANO DESPUES DE LA MUERTE DE GARDEL
Con posterioridad a la muerte de Gardel, Razzano intensificó su labor como representante de artistas. Entre 1937 y 1938, acompañó a Charlo en una larga gira que abarcó Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Cuba y los Estados Unidos. En 1940, también acompañó a Charlo en una gira por el Brasil. Integró aliado a Homero Manzi y enfrentando a Francisco Canaro y Francisco Lomuto, la comisión directiva de SADAIC en varias ocasiones. Como compositor además de su obra recopiladora junto a Gardel, se encuentran algunos tangos conocidos como “Café de los Angelitos”, con letra de Cátulo Castillo. En el año 1946, habiendo sido Defino heredero de los bienes de Gardel y Doña Berta y en circunstancias poco claras, le vendió a Razzano los derechos de autor del cantor en la suma de 30.000.pesos.
José Francisco Razzano había nacido en Montevideo, República Oriental del Uruguay, el 25 de febrero de 1887. Contrajo matrimonio en 1914 con Cristina Ciníccola, con la cual tuvo dos hijas: “Chichita" y Josefina. Falleció en Buenos Aires, el 30 de abril de 1960.
