IGNACIO CORSINI
ESBOZO DE SU OBRA ARTÍSTICA
Primera Parte
Por Pablo Taboada
Andrés Ignacio Corsini nació en Tronia, pueblito de Catania en la Isla de Sicilia, el día 13 de febrero de 1891. Poco se sabe acerca de su familia de origen -solo algunos datos muy íntimos que el cantor le contara al gran coleccionista Fozza y que por lo tanto nos reservamos por respeto a Don Ignacio-, y tampoco se conoce en demasía sus primeros años en Sicilia ni como llegó a Buenos Aires. La señora Socorro Salomone fue su madre y siendo Corsini todavía muy chiquito, viajaron a Buenos Aires y se instalaron en el barrio de Almagro, aunque prontamente, Andrés Ignacio fue llevado al campo donde transcurrió parte de su infancia y adoloscencia. Este contacto con la vida rural acercó al jóven Andrés a la cultura de la música criolla, y desde una estancia en el partido bonaerense de Carlos Tejedor, conoció las faenas de campo y comenzó a entonar sus primeros estilos, valses y tristes camperos, como así también sus noveles nociones e intuiciones poéticas. Corsini siempre escribió poesía, a pesar de que se publicaron muy pocas, que fueron precisamente aquellas escasas musicalizadas que generalmente cantó en sus inaugurales tiempos de cantante nacional.
Cuando Corsini volvió a Buenos Aires, alrededor de 1907, y luego de ocupar algunos trabajos circunstanciales, probó suerte como cantante nacional y con su guitarra y cantos criollos recorrió, al igual que Gardel, cafetines y pulperías de la capital y las localidades del interior de la Provincia de Buenos Aires, hasta que se sumó a las caravanas de varios circos famosos, donde además de oficiar como cantor, comenzó a actuar en obras circences. Fue asi como recorrió junto a José Podestá, Rafetto, y otras compañías varias ciudades del país.
En tiempos del centenario, Corsini cantó ante el presidente José Figueroa Alcorta, y participó de una compañía tradicionalista en los espectáculos organizados por esa fecha en la ciudad de Buenos Aires. Luego, volvieron sus andanzas por las arenas circences hasta que conoció a Victoria Pacheco, quien sería su mujer y madre de su hijo Ignacio -destacado catedrático de la medicina-. La vida artística de Corsini siguió vinculada al mundo circense hasta su acople con la compañía de los Hermanos Podestá. Es dicícil establecer con precisión las fechas de los acontecimientos narrados por varios motivos, en la medida que los testimonios sobre estas actividades surgieron de los recuerdos del propio cantante o sus allegados, y en consecuencia ante tantos años transcurridos, es fácil trastocar fechas o cuanto menos, confundirlas. Por ello, preferimos hablar sobre todo en estos años de períodos estimativos, tal cual hacemos con los primeros pasos artísticos de Carlos Gardel. La vida circense de Corsini se produjo con algunas variaciones desde aproximadamente 1907/08 hasta el nacimiento de su hijo en 1911, o un poco más también.
Sabemos que en 1912, Corsini fue contratado para grabar sus primeros discos en el sistema acústico por la Casa Victor: estilos, valses, canciones y habaneras, son grabadas por el cantante que ya se ha suprimido el Andrés por el Ignacio. De esta época también conocemos una obra de Betinotti dedicada al joven cantor, por lo que suponemos, que su fama se encontraría en marcado aumento. Según Corsini, su encuentro con Gardel se habría producido en la ciudad de Bahia Blanca, en 1913. Posiblemente creemos que esa fecha es estimativa y consideramos que dicho encuentro fue o bien un par de años antes o un poco después, pero es obvio que el conocimiento entre los dos astros, se produjo en el período 1911-1914.
Desde 1914, Corsini cantaba y actuaba en las obras que ofrecían los Podestá y por ello fue conociendo los tablados de los teatros porteños. Inclusive, algunas productoras contrataban a los Podestá y a Corsini para participar en algunas cintas del cine mudo, hoy perdidas, pero en aquellos tiempos (1916-1918) muy reputadas: "Santos Vega" y "Federación o muerte", son ejemplos de lo antedicho. De la segunda película, se conservan algunas fotografías. Corsini también cantó en el Uruguay en 1919 y recorrió gran parte del país.
Asimismo, en 1919, el cantor de los Podestá, ingresó a la casa Glücksmann y empezó a grabar una serie de discos hasta el año 1946. En estas primitivas versiones, secundaba a Corsini desde la guitarra, el uruguayo José María Aguilar. Corsini también comenzaba a cantar tangos y hacia 1921-1922, resaltó su gran éxito de galán cantor en la obra de Manuel Romero, "El bailarín del cabaret", donde cantaba el tango "El patotero sentimental", que fue llevado al disco por su voz en compañía de la orquesta del maestro Roberto Firpo, como también el tango "El huérfano", logrando éxitos destacados, a los que sumaba los de "China hereje" de Juan Pedro López, el vals "Un placer" de Romeo y Juan Andrés Caruso y tantos otros.
Corsini estuvo ligado generalmente a las compañías del teatro Apolo y a las dirigidas por Manuel Romero. Desde su oficio de galán-cantor supo estrenar muchos tangos famosos de la década del veinte y también los llevó al disco Odeón con las guitarras de Aguilar (muchas veces solo y a veces junto a su hermano Froilán), Rafael Iriarte y Miguel Correa (en las versiones a dos guitarras hasta 1923) y la dupla Aguilar-Pesoa (Rosendo), en las grabaciones que van desde 1924 a 1926, ocasión en la cual se suma al conjunto de Corsini, el genial guitarrista, pianista y compositor Enrique Maciel.
