ALFREDO LE PERA
SEGUNDA PARTE
Por Pablo y Carlos Taboada
1. LAS PRIMERAS PELÍCULAS CON GARDEL
Como dijimos anteriormente, Alfredo ya estaba ligado al cine antes de sumarse al proyecto cinematográfico de Gardel. Le Pera se hizo cargo junto a Mario Battistella de adecuar el libreto de “Espérame”. Este era importado de una productora estadounidense que traducido al francés directamente del inglés, era un verdadero dislate. En principio, Battistella se sintió indignado y se negó a realizar cualquier arreglo del mismo (La idea anglosajona era presentar la película con unos vaqueros entrando a caballo en una cantina donde Gardel cantaba un tango). Le Pera asumió entonces la ciclópea tarea de adaptar lo más dignamente posible ese engendro de concepción netamente norteamericana. Ante el empeño de Alfredo, Battistella se sumó también al trabajo como colaborador en las letras de las canciones del filme. Al respecto dijo Battistella en sus memorias gardelianas: “El argumento era tan malo, tan falto de sentido común, que al más experto en la materia le hubiera sido imposible darle forma y ritmo cinematográfico, pero la cosa estaba hecha y había que buscarle un título”.
Una tarde se reunió la plana mayor del rodaje para deliberar acerca del título que debía llevar la película y los más avezados la bautizaron “Orquídeas negras”. Alguien observó que ese título podía tacharse de cursi –a pesar de que algún viejo programa europeo la anunciaba de esa manera-, y no se sabe a razón de qué, se le dio el título de “Esperáme”, aunque la mayoría de los espectadores la rebautizaron como “Espérame”. También se le puso como subtítulo “Andanzas de un criollo en España”, para la explotación en ese país. Aunque también se la presentó como “Espérame”. (Es posible que el “Esperáme”, haya servido para una presentación porteña, quedando luego esa copia como fuente para las reediciones actuales).
La dirección de esta película como luego la de otras, estuvo a cargo de Louis Gasnier, un reputado director de los primeros tiempos del cine sonoro, reconocido incluso a escala internacional por los sabedores de la materia. Sin embargo, Le Pera -que estaba capacitado también para co-dirigir y de hecho asimilaba parte de ese rol-, no tenía buena relación laboral con el famoso cineasta. Las disputas por varias escenas entre el autor y el director –como en muchas ocasiones en la historia del cine o el teatro-, eran constantes y siguieron hasta los Estados Unidos, donde finalmente fue relevado por la Paramount, para la última tanda de películas.
No indagaremos aquí los pormenores de la película, pero si diremos que de esta tanda francesa, nacieron las primeras creaciones de Gardel con Le Pera y Battistella para el cancionero popular. Con Battistella, Gardel había compuesto el vals “Faiblesse” en su anterior estadía europea de 1931. Ahora harían el tango “Desdén”. Mientras que para “Espérame”, Le Pera preparó las letras de la rumba “Por tus ojos negros” (con música del cubano Don Aspiazú y colaboración autoral del uruguayo Lenzi), la zamba “Criollita de mis amores” o “Criollita de mis ensueños”, y los tangos “Estudiante” y “Me da pena confesarlo”, con música de Gardel y colaboración de Batistella en las letras.
Mientras se rodaba “Espérame”, Le Pera tuvo algo más de tiempo para escribir el argumento y los diálogos para otra filmación más apropiada, como también adaptar un personaje más adecuado a la personalidad de Gardel. A pesar de las peripecias del rodaje, el resultado de “Melodía de arrabal” fue muy superior al de la película anterior. A pesar de todos los inconvenientes surgidos, Le Pera logró una trama sentimental y policial más que interesante y la cinta fue un verdadero éxito en todo el mundo hispano-parlante y también se exhibió con fortuna en Francia, en Italia, en el Norte de África, en el Japón y en los Estados Unidos.
En “Melodía de arrabal”, Gardel dio a conocer el tango homónimo con letra de Le Pera y Batistella; y del mismo trío autoral la canción criolla: “Mañanitas de sol”, que el astro cantó en dúo con la genial Imperio Argentina, la estrella de la pantalla que co-protagonizó el filme; y la canción melódica “Cuando tu no estás”, que lleva música de Gardel en colaboración con el pianista francés Marcel Lattes. Mientras que Le Pera en su autoría, escribió también los versos de “Silencio”, que llevaron música del cantor y del guitarrista Horacio Petorossi, que también sale como extra y músico acompañante en estas películas.
El mediometraje publicitario “La casa es seria”, también contó con argumentos de Le Pera y dos letras magníficas para que Gardel musicalizara: el tango “Recuerdo malevo” y la canción melódica “Quiéreme”, de la cual no tenemos noticia de que el cantor la haya grabado comercialmente para la venta al público. A excepción de esta pieza final, el resto de las versiones fueron llevadas por Gardel al disco en Buenos Aires, en el año 1933.
Existe otra rumba de Don Aspiazú y Le Pera, que Gardel no cantó, aunque se grabó por la orquesta del maestro cubano y que se llama "Me odias".
2. LE PERA EN 1933
Una vez finalizada la labor de las películas francesas para la Paramount, hecho que sucedió alrededor del 20 de noviembre de 1932, Gardel y Le Pera marcharon juntos a Inglaterra. Gardel estuvo allí, -en viaje de compras por Londres-, alrededor de una semana, aunque no se descarta que también haya efectuado una última intervención fugaz en la radio londinense, como en su primera visita. En tanto que Le Pera, vinculado a una bailarina inglesa, regresó a la isla para resolver algunos temas personales.
Gardel volvió a Francia en los últimos días de noviembre y pasó a Milán, por varios motivos personales y comerciales, a principios de diciembre. Estuvo algunos días en Italia y el 13 de diciembre retornó a Francia, para embarcarse desde Niza con destino final a Buenos Aires. En ese interin, Le Pera siguió en Londres trabajando en crónicas para matutinos porteños y traducciones de películas.
Durante 1933, el autor cruzaba permanentemente el Canal de la Mancha. Sus tareas de traducción cinematográfica seguían a la orden del día y pasaba repentinamente desde Londres hacia París, sin descartar otros movimientos por Italia. Pierotti había quedado a cargo del manejo comercial de las películas de Gardel para Europa y el África colonial francesa, mientras que Battistella, colaboraba en el control de los derechos autorales de las obras del trío. Por lo que sabemos, Le Pera estuvo un poco alejado de estos asuntos, aunque dado el éxito alcanzado por las películas gardelianas, cobró un significativo realce como guionista de cine y autor de letras de tango, que ya se cantaban en medio mundo, sobre todo “Melodía de arrabal” y “Silencio”.
Cuando Gardel se aprestaba para volver a Europa en noviembre de 1933, Le Pera fue enterado de que el cantor tenía la idea de volver a solicitar sus servicios. Así las cosas, Gardel llegó a París e inició junto a Pierotti, Defino y Le Pera, las tratativas para filmar con la Paramount, pero para ello, deberían convencer a los empresarios de que ahora, la intención era hacer los rodajes en Estados Unidos. En principio, porque Gardel tenía un contrato muy importante para cantar en la radio de Nueva York y otro tanto, porque el cantor tenia el proyecto de desembarcar en la meca del cine desde hacía bastante tiempo. Las negociaciones fueron bastante difíciles, pero se logró destrabar el tema. Gardel posponía algunos pre-contratos en la sede francesa, para filmar en el año entrante una serie de películas en la misma compañía, pero del otro lado del Atlántico Norte.
Cuando Gardel y su comitiva abandonaron París con rumbo a Nueva York, en diciembre de 1933, Le Pera se había comprometido a trabajar con el astro, pero para radicarse en los Estados Unidos, precisaba algunos meses de tiempo para cerrar varios temas en Londres y también en Buenos Aires.
En abril de 1934, Le Pera dejó Europa y llegó a Nueva York para trabajar exclusivamente con Gardel. A partir de ahora, no solamente estaría encargado de todos los temas artísticos afines con las películas, sino que también debería asumir el rol empresario de vicepresidente de una productora que tendría a Gardel como presidente. Nacía la Éxito Corporation y la etapa más importante en la carrera de ambos artistas.