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ANIBAL TROILO (I)

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 HISTORIA ARTÍSTICA DE ANIBAL TROILO

 PRIMERA PARTE

Por Pablo Darío Taboada

TROILO, ANÍBAL CARMELO.

Seudónimo: PICHUCO

(Buenos Aires, 11 de julio de 1914 - Buenos Aires, 18 de mayo de 1975)

Bandoneonista, compositor, director. Poeta. Genio musical. Símbolo del tango y de Buenos Aires.

Si alguien nos preguntara quienes han sido las dos máximas figuras del tango en su historia, nadie dudaría en responder Carlos Gardel y Aníbal Troilo “Pichuco”.A pesar de que una reconocida página de tango dice lo contrario, Aníbal Troilo fue tan grandioso como el estilista Pedro Maffia, mucho más refinado técnicamente incluso que el gran Calos Marcucci (a decir verdad todos los bandoneonistas de antaño eran perfectos técnicamente: los Clausi, Minotto, Scorticatti, Angel Ramos, Nicolás Primiani, Rafael Rossi, Eduardo Marino, Salvador Grupillo, etc) un inmejorable fraseador como Ciriaco Ortiz y un sublime compositor como Pedro Laurenz. Quede de manifiesto, que si bien es cierto que Maffia, Marcucci, Ciriaco y Laurenz eran genios con todas las letras, Pichuco no lo era menos. Troilo fue el máximo bandoneonista de la historia del tango por ser precisamente multifacético artísticamente. Y a ello hay que agregarle un ente irreductible en Troilo: su sentimiento tanguístico. ¿Quién le ha dado más emoción al fueye que Pichuco?.  

1. INFANCIA DE TROILO

Aníbal Carmelo Troilo llevó los mismos nombres que su padre, siendo su madre la señora Felisa Bagnolo. Nació en la calle Cabrera entre Anchorena y Laprida en el barrio del Abasto, donde Gardel ya era asiduo concurrente y luego vecino. Pero Troilo se mudó con su familia y sus tres  hermanos (uno de ellos, Marcos, fue músico; una hermanita falleció en la infancia), al barrio de Palermo. Allí Pichuco tomó contacto con una de sus dos grandes pasiones, el Club Atlético River Plate, del cual se hiciera socio desde su niñez. Jugaba al fútbol (y nos los recordará en sus poesías como “Nocturno a mi barrio”), en el Regional de Palermo  y admiraba al River amateur. Su padre era carnicero y murió cuando él tenía ocho años. La segunda pasión, la música porteña, le vino a Troilo a los nueve años, cuando según sus recuerdos a la prensa, dijera haber visto en un pic-nic, a unos bandoneonistas y guitarristas ejecutar unos lindos tangos al aire libre.

Existen distintas versiones acerca de cómo adquirió su primer bandoneón (algunos dicen que fue un tío, otros que lo compró la madre en cuotas, otros que el propio vendedor casi le regaló su ganancia, etc), lo cierto es que desde los once años (o sea 1925), Pichuco –así le decía su padre-, daba sus primeras lecciones con el instrumento de la mano del profesor Juan Amendolaro. Llegó a estudiar los primeros años de la escuela secundaria en el colegio Carlos Pellegrini, pero desertó para dar rienda suelta a su expansión musical.

Decidido a perfeccionar sus conocimientos de instrumentista tomó clases nada menos que con Pedro Maffia en los años veinte. De ahí su parecido estilístico y técnico con éste músico y didacta magistral (Maffia tenía su conservatorio musical junto a su cuñado Sebastián Piana). Su primera presentación pública la efectuó a los doce años, en 1926, como bandoneonista en el cine “Petit Colón”, donde lo presentaron sus amigos como a una joya  musical. Después pasó al café “Ferraro” de Córdoba y Pueyrredón, para actuar en un cuarteto de “señoritas”. La vocación de Pichuco, empezaba a transitar un sendero interminable para bien del tango. 

2. PRIMERAS EXPERIENCIAS ORQUESTALES. JUAN MAGLIO PACHO Y LUIS PETRUCCELLI

En 1927, Pichuco tenía trece años y actuaba en el conjunto de Eduardo Ferri (y no Ferro, como algunos dicen). Un año más tarde, en 1928, se sumó al quinteto del pianista Héctor Lagna Fietta quien con el tiempo se constituyera en un gran músico de jazz. Esta agrupación actuaba en el “Palace Medrano” de Rivadavia entre Colombres y Boedo. En algunas ocasiones Miguel Nijenson reemplazaba a Lagna Fietta.

Pero el salto más importante de sus inicios, lo dio cuando su fama de novel talentoso llegó a oídos de Juan Maglio “Pacho”, quien estaba formando una nueva orquesta para hacer una temporada en el Café “Germinal” de la calle Corrientes. Pichuco contó con los años, que había impactado a Pacho de manera tal, que fue organizando prácticamente el nuevo conjunto con los integrantes de Lagna Fietta y que actuaron con un suceso formidable en la calle Corrientes. La formación de ese entonces era la siguiente: Pacho director, Pichuco y Américo Figola en fueyes, Doroteo Guisado y Benjamín Holgado Barrios en violines, Alfredo Corletto en contrabajo y Lagna Fietta en piano. Troilo equivocado en su recuerdo, habría dicho que Pacho volvía después de largos años al centro. En realidad lo que quiso haber dicho fue que Pacho volvía al “Germinal” después de algún tiempo, que no es lo mismo que sostener que no actuaba como suelen decir otras páginas colegas.

Lo cierto fue que la presentación de Pacho en el “Germinal” hizo historia. Por aquellos años además de Troilo colaboraban indistintamente con Maglio entre otros bandoneonistas jóvenes: Federico Scorticcatti (que también trabajaba con Firpo y principalmente con Francisco Canaro), Gabriel Clausi y Adolfo Pérez “Pocholo”. En esos años, “Pacho” grababa cantidad de placas para el disco Nacional Odeón y en tal circunstancia no tenemos motivos para pensar que su orquesta del “Germinal” tan aplaudida, tuviera otros elementos muy diferentes a los del disco. Por ende, calculamos que Pichuco debió haber participado con sus quince años en algunos de los registros señeros del gran músico de la guardia vieja. Por otra parte, sabemos por el Chula Clausi, que era muy común entre los músicos de aquella época, prestar  colaboración como instrumentistas para relevos y refuerzos y de esa manera todos formaban parte de la familia orquestal, más no sea que de manera esporádica. Eso probaba la posibilidad de que los músicos actuaran para dos o tres conjuntos casi simultáneamente. De su paso por la orquesta de Pacho en los años 1929/30, recordaba Troilo haber actuado por vez primera en un cabaret y haber visto en un reservado a su máximo ídolo, Carlos Gardel, quien fuera a visitar a Pacho junto al poeta Celedonio Flores.

En la Casa Víctor colaboró como refuerzo en la línea de bandoneones del gran Luis Petruccelli, en los registros fonográficos de 1929.

3. CON VARDARO-PUGLIESE y CIRIACO ORTIZ

Hacia diciembre de 1930, Aníbal Troilo se sumó al conjunto co-dirigido por el violinista Elvino Vardaro y el pianista Osvaldo Pugliese y al que completaban Alfredito Gobbi como segundo violín, Miguel Jurado como segundo bandoneón y Luis Adesso en contrabajo. Más tarde, Jurado dejó el conjunto y fue reemplazado nada menos que por Ciriaco Ortiz quien pasó al centro de la escena y Pichuco fue su ladero. En tal ocasión, fueron ambos congeniando su música de forma eficaz y para 1931 Pichuco integró las filas de bandoneones de Ciriaco Ortiz participando con éste, en las grabaciones que la Típica Ciriaquito y otros conjuntos dirigidos por el músico cordobés grabaran para la casa Víctor como los de la orquesta típica “Los provincianos”  y la típica “Porteña”.

También se lució junto a Ciriaco Ortiz en el cabaret “Casanova”, que en aquel 1931 contó con la actuación internacional de la orquesta de Kalikián Gregor, quien había acompañado a Gardel en sus discos cantados en francés. Esas placas fueron grabadas en Buenos Aires y no en Francia como dicen algunos “entendidos” de la televisión. Integraban la Típica “Los Provincianos”, Ciriaco Ortiz como director y primer bandoneón, Horacio Gollino y Pichuco en fueyes; Orlando Carabelli (hermano de Adolfo) en piano; Vardaro y Manuel Nuñez en violines y Manfredo Liberatore al contrabajo. Además de grabar actuaron en radios y dancing.

Por su parte, y para mostrar que la formación de Ciriaco era diferente a la de sus “Provincianos” (no siempre eran los mismos como suponen algunos meros repetidores), señalamos que en esta agrupación se destacaban Ortiz, Pichuco y Toto Rodríguez en bandoneones; Cayetano Puglisi, Benjamín Holgado Barrio y Pedro Sapochnick en violines, Vicente Sciarreta en contrabajo, Orlando Carabelli en piano y Rodríguez Lesende en los estribillos cantados.  

 4. TEMPORADA CON JULIO DE CARO EN 1932

Desde los tiempos de Pacho, Troilo sentía admiración por el conjunto de los hermanos De Caro. Inclusive se ha insinuado que Pacho recomendó a Troilo para ingresar en el conjunto de moda. La cosa fue que para 1932, Julio De Caro amplió su orquesta con nuevos elementos para las presentaciones del Cine “Astor” con esta interesantísima formación orquestal: Francisco De Caro y José María Rizzutti en pianos; Pedro Laurenz, Armando Blasco, Alejandro Blasco, Aníbal Troilo y Calixto Sallago en bandoneones; Julio De Caro, Vicente Tagliacozzo, José Niessov, Samuel Reznik y Sammy Friedenthal en violines; José y Vicente Sciarreta en contrabajos y Antonio Rodríguez Lesende en los cantables. De estos tiempos, datan sus amistades con el cantor a quien Pichuco quiso contratar para formar su primera orquesta en 1937 y a la que finalmente y ante la baja de Lesende, integró Francisco Fiorentino. También se explica como en 1933, Pichuco junto a Rizzutti y Tagliacozzo musicalizaron las escenas de la película “Los  tres berretines” donde secundaban al cantor Luis Díaz en la interpretación del tango de Delfino y Rada, “Araca la cana”. Es recordada la imagen de un juvenil y gordito Pichuco en el palco del café, al lado de Luis Sandrini.  

5. LA AGRUPACIÓN CON GOBBI Y ORLANDO GOÑI EN 1933. OTRA VEZ CON VARDARO

Alfredo Gobbi (h) convocó a Troilo para la formación de un sexteto que tenía que actuar en el Cine “Garay”. Con Gobbi y José Goñi en violines, Orlando Goñi al piano, Pichuco y Alfredo Ataddía en bandoneones y Luis Adesso en contrabajo, el conjunto de estirpe decareana, debutó en el precitado salón. También retomó sus tareas para el sexteto de Elvino Vardaro, que completaban ahora Troilo y Jorge Argentino Fernández en sensacional dupla bandoneonística, Elvino Vardaro y Hugo Baralis (h) –futuro violinista de Pichuco-, el notable pianista José Pascual (quien había actuado bastante tiempo junto a Maffia y  es el que se le escucha en las grabaciones Columbia de la orquesta y no Osvaldo Pugliese como “otros colegas” afirman), y el contrabajista Pedro Caraciollo. Este conjunto registró como mínimo una prueba discográfica inédita que atesoraba Jorge Argentino Fernández y que se la obsequió al gran coleccionista Héctor Lucci, quien rescató la grabación del tango “Tigre viejo”. Fernández ni recordaba el suceso; hasta llegó a decir que nunca había grabado con este conjunto.

Las actuaciones con Vardaro se prolongaron hasta la temporada de 1936, año en el cual secundaron al cantor Alberto Vila para la película “Radio Bar”. También este conjunto secundó en el cine a Carlos Dante cantando el tango “Ciudad”, en la película “Muchachos de la ciudad” de 1937, protagonizada por José Gola y que obra en poder del coleccionista Roberto González quien la ha exhibido en varios festivales.  

6. ÚLTIMAS ACTUACIONES CON OTRAS ORQUESTAS

Troilo recordaba haber colaborado en algunos registros de la casa Víctor, donde integró el “Cuarteto del 900” que dirigía Feliciano Brunelli desde el piano y al que completaban Pichuco en bandoneón, Vardaro en violín y Bour en flauta: llevaron al disco el famoso tango “El pillete” de Graciano De Leone. Con Brunelli también participó en algunas grabaciones del legendario cuarteto del acordeonista e hizo lo propio con la grabación que hiciera Juan D’Arienzo del tango de Pacho, “Sábado inglés”; en otras versiones, actuó como refuerzo en la orquesta de Osvaldo Fresedo.

En 1935 dio a conocer su primer tango: “Media noche”, con letra del poeta y recitador Héctor Gagliardi, que fuera un suceso en la voz de Charlo.

En 1936 colaboró con Lucio Demare, cuando formó el pianista una agrupación para secundar para radio Belgrano los cantables de Agustín Irusta y de Roberto Fugazot.

En 1937, colaboró con la “Típica Víctor” para grabar junto a Ciriaco Ortiz, con quien asimismo actuó en público, además de participar algunos meses en  la orquesta de Juan Carlos Cobián para los bailes del “Politeama”, antes de que partiera el pianista en gira hacia los Estados Unidos. Trabajó un tiempo con Angel D’Agostino y una vez más con Ciriaquito, quien al disolver su orquesta, motivó a que Aníbal Troilo se dispusiera a organizar la suya propia. Eso lo veremos en la próxima entrada.              

Actualizado ( Domingo, 09 de Enero de 2011 22:31 )  

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