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CARLOS DI SARLI PARTE III

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                                          HISTORIA ARTÍSTICA DE CARLOS DI SARLI

                                                EN LA DÉCADA DEL CUARENTA

 

                                                           Por CARLOS TABOADA

                                            Coleccionista e investigador de Gardel

 

 

 

No se conocen actividades de Di Sarli en 1938, ni es seguro el paradero de su persona. Pero a principios de 1939 debutó con su gran orquesta en radio "El Mundo"  incorporándose al conjunto el cantor Roberto Rufino quién reemplazaría a Ignacio Murillo quien pasaría entonces a integrar las filas de la orquesta del maestro  Roberto Firpo. Simultáneamente con las audiciones radiales se lucía en el cabaret "Imperio". Para el mes de diciembre,  comenzó su segunda etapa en la "Víctor" grabando los tangos "Retirao" y "Corazón", composición propia con versos de Héctor Marcó, su entreñable amigo y letrista. Esta obra fue cantada por Rufino, quien a su vez grabó con el tiempo: el vals  “Alma mía” de Diego Centeno y Héctor Marcó, los tangos “En un beso la vida” y “Bien frappé”, de la dupla Di Sarli- Marcó, “Charlemos” de Luis Rubistein,   “Mañana zarpa un barco” de Demare y Manzi, “Tarareando” de Juan José Guichandut y la milonga “Pena multa”, entre otros éxitos.

Di Sarli incrementó su conjunto en 1940 y comenzó su exitosa etapa por el "Cabaret Marabú" (su salón preferido). En ese año Rufino fue relevado en un par de versiones por  Antonio Rodríguez Lesende (en “Milonga del centenario”) y por Agustín Volpe- quién también fue vocalista de Julio De Caro-, en el vals de Gardel-Razzano y Francisco Bianco: “Ausencia”.  Pablo Taboada bien me apunta, que no debe confundirse el vals “Ausencia” con el tango homónimo de Alberto Castellanos, ni menos con el de Adolfo Pugliese,  como “grandes discógrafos” que suelen confundir disco con matriz, han confundido en otras publicaciones.  

Notables grabaciones instrumentales de este año fueron “Catamarca”, “La trilla”, “El opio”, “Racing Club”, “El incendio”, “Milonguero Viejo”, “El jaguar”, “El pollo Ricardo”, “Shusheta”, “Nobleza de arrabal” y “Viviani”. En 1941, llegarían al surco: “La cachila”, “El estagiario”, “Marianito”, “La torcacita”, “Marejada”, “El recodo”, “El paladín” y   “Y hasta el cardo tiene flor”, entre otras joyas musicales. Rufino formó pareja de cantores junto a Carlos Acuña, quien solamente llevó al disco, el tango “Cuando el amor muere”.  

En 1942, además del nombrado Roberto Rufino, cantó Alberto Podestá, quien dejó una primera etapa de versiones valiosas como por ejemplo: “Entre pitada y pitada”,  “Al compás del corazón”, “Sombras del puerto”, y “Nido gaucho” entre otros éxitos. En 1943, Podestá pasó a la típica de Pedro Laurenz y  para 1944 retornó con Di Sarli. Discos inolvidables han sido: “Nada”, “Otra noche”, “Cero al as”, “La capilla blanca”, “Motivo sentimental”, y “Que solo estoy”, por citar algunos ejemplos.  

La noche del regreso de Carlos Di Sarli al "Marabú" supo encontrar  entre el público a la cantante Nelly Omar, quién fue invitada a cantar acompañada por la orquesta, en los tangos "La cumparsita" y "Mano a mano". En esa temporada del "Marabú" sé incorporó como glosador de la orquesta, el recordado difusor Julio Jorge Nelson. En 1945 ingresó al conjunto, el gran cantor cuyano, Jorge Durán, permaneciendo en la agrupación hasta 1947 (Luego, regresaría en la década del cincuenta). 

En el año 1947, el maestro  se presentó en la vecina orilla del Uruguay, precisamente en Montevideo, donde fuera contratado para  animar los carnavales del "Teatro Solís" y luego en el Brasil.  Actuó por radio “El Mundo”, y en clubes y giras al interior. Hacia 1948, Oscar Serpa, luego de una memorable etapa junto al maestro Osvaldo Fresedo, pasó a las huestes de Di Sarli, llevando al disco, el tango “La novia del mar”, siendo éste tema junto a “Los 33 orientales”, la última placa de la década del cuarenta, que el maestro dejara para la RCA VICTOR.  

Motivos personales, lo indujeron una vez más, a abandonar las actividades artísticas por dos años. Reaparecería en Buenos Aires en 1951, y comenzaría a  grabar discos para la casa Music Hall, con los cantores Oscar Serpa y Mario Pomar, (Mario Corrales en los cantables de Osmar Maderna).  

Actualizado ( Martes, 20 de Julio de 2010 19:08 )  

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