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Carlos Gardel - Reseña de su trayectoria artística (Parte II)

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CARLOS GARDEL 

RESEÑA DE SU TRAYECTORIA ARTÍSTICA (Parte II)

Por Pablo Taboada  

12. PERÍODO 1907-1911. BETINOTTI- SALINAS-MARTINO Y RAZZANO

Gardés se encontraba indisolublemente unido a los Traverso en la zona del  Abasto. No solamente cantaba en el café de los caudillos, sino también en el comité conservador contiguo. En aquellos años, el comité era uno de los principales centros de difusión del arte criollo. Los más renombrados payadores cantaban en los comités.

Gardel nunca fue payador. Él era cantor. De esta época  surgió su vinculación con los payadores-cantores criollos José Betinotti y Ambrosio Río.  Betinotti lo habría bautizado como “el zorzal criollo”. Incorporó a su repertorio canciones camperas, cifras, valses y estilos de estos payadores, como así también del poeta presidiario Andrés Cepeda. Si bien la historia oficial de Francisco García Jiménez relata que Gardel y Razzano se conocieron en el año 1911, se tienen otros testimonios importantes que vincularían a Gardel con el cantor oriental José Razzano, el cuyano Saúl Salinas y Francisco Martino, en un período cortamente anterior. Se tiene conocimiento de que Martino, Razzano y Salinas se conocían ya desde 1902. Es altamente probable que entre los años 1907-1911, Gardel se vinculara a estos otros cantores criollos en ruedas de comités, reuniones hípicas, centros tradicionalistas y cafetines de Buenos Aires y Avellaneda. El suceso del encuentro entre Gardel y Razzano fue redondeado en 1911, pero no existe nada certero como para tomarlo como sucedido exactamente en esa fecha. Puede que estimativamente en una fecha cercana al centenario hayan decidido cantar juntos definitivamente con cierta idea de proyección artística. Inclusive, testimonios del actor César Ratti y de Saúl Salinas indicarían que Gardel, Razzano, Martino y el Víbora (como se lo apodaba a Salinas) cantaron antes de 1911 en glorietas y casas de baile de reputación destacada. Sea cual fuere la fecha exacta, según las memorias de Razzano, éste se conoció personalmente con Gardel en ocasión de celebrarse una reunión privada en la casa de un pianista apellidado Gigena, en el Abasto. Posteriormente, Gardel visitó el café “Del Pelado” de la esquina de Entre Ríos y Moreno, en el barrio de Balvanera, donde el cantor oriental cantaba asiduamente. Razzano vivía cerca de allí y también cantaba en el “Bar de Calegari” sito en Corrientes y Paraná (por lo tanto,  estaba muy cerca del domicilio de Gardel y resulta muy raro que no se hayan conocido sino hasta 1911). Para 1910, JR empezaba hacerse bastante conocido por su labor en las grabaciones de discos para las casas Era y Víctor, donde grabara a dúo con Martino. Para esa época, el tradicionalismo criollo hizo furor en la cultura argentina y los cantores de cafetines y comités pasaron a ser los grandes portavoces del canto criollo ayudados por la incipiente fama del disco y desplazando de tal suerte a los payadores. El encuentro de Gardel-Razzano en el café “Del Pelado” finalizó en la casa del señor Falbi, empresario amigo de Razzano, quien conseguiría vincular a los cantores en la sociedad rural del interior bonaerense. Por su parte, Gardel no se alejaría del café de los Traverso; pero sí iría incrementando su popularidad en zonas cada vez más amplias.    

13. EL DÚO CON RAZZANO. DÚO CON MARTINO. ACTUACIONES EN TRÍO CON MARTINO. CUARTETO CON SALINAS. PROFESIONALIZACIÓN DEFINITIVA. PRIMERAS GRABACIONES DE DISCOS POR PARTE DE GARDEL.

Puede afirmarse que para 1911-1912, Gardel abandona las formas aficionadas o semi-profesionales por las decididas incursiones profesionales en el terreno del canto popular. Al margen de la fecha de las primeras topadas entre los cantores mencionados (posiblemente anteriores a 1911) debe señalarse que en esta época (1911-12) comienza a surgir la definitiva consagración del cantor.

CG y JR decidieron probar suerte como dúo estable alrededor de 1911 y se recuerdan actuaciones del dúo en distintos bares del Once, Balvanera, el Abasto, Palermo, Constitución, San Telmo, Barracas, La Boca, Avellaneda, Sarandí y Congreso, donde comenzaron a frecuentar el Café “De los Angelitos”, sito en la esquina de Rivadavia y Rincón. También es posible que llegaran a este bar antes de 1911 (1907-1911 como márgenes estimativos). En el período 1911-1912 Gardel también formó dúo con Francisco Martino y recorrieron juntos algunas localidades del Oeste de la Provincia de Buenos Aires y La Pampa. Para los carnavales de 1912, CG, JR y Francisco Martino debutaron con renombrado suceso en los prestigiosos festivales de la Casa Suiza de la calle Rodríguez Peña 254. Este hecho despertó el interés de los hermanos Tagini para la contratación de Gardel para la grabación de los discos Columbia. El contrato le valió a CG la importante suma de 180 pesos y la difusión de su voz en la empresa más importante de discos del momento en el país. Hacia 1913, aparecieron los primeros discos grabados algunos meses atrás. El repertorio incluía cantos criollos, pero no tangos. Desde entonces, la figura de Gardel quedaba consagrada definitivamente ante el auditorio porteño que ya lo conocía de mentas en distintos barrios, saliendo su foto y/o su nombre en los catálogos discográficos de las revistas en boga, como “Fray Mocho”, “Caras y Caretas” o “PBT”. Los éxitos rotundos recién comenzaban. Volvieron entonces algunas otras actuaciones en la Casa Suiza y el ya consagradísimo Saúl Salinas intentó una vez más constituir el cuarteto de voces para actuaciones posteriores.

14. EL CUARTETO EN ZÁRATE Y SAN PEDRO. DESVINCULACIÓN DE SALINAS. EL TERCETO NACIONAL. ALEJAMIENTO DE MARTINO.

Hacia 1913 se registraron en las ciudades bonaerenses de San Pedro y Zárate las  presentaciones del cuarteto integrado por Saúl Salinas -quien era el cantor criollo más destacado del momento- y los jóvenes más promisorios de la época: Martino, Razzano y Gardel. El alejamiento del conjunto por parte de Salinas se produjo prontamente por desavenencias laborales y comerciales con JR. Sin embargo, el trío de cantores prosiguió una prolongada gira por cines, teatros, bares, hoteles, clubes, regimientos y estancias de la Provincia de Buenos Aires, con un profuso éxito comercial y artístico. La denominación del conjunto pasó a llamarse TERCETO NACIONAL y recibió excelentes críticas de la prensa. Luego de cantar en el “Cine 43” del partido de General Viamonte, Martino retornó a Buenos Aires, mientras que el dúo Gardel-Razzano cerró su ciclo de audiciones en algunas otras localidades.  

15. EL DÚO Y EL TRÍO EN EL ARMENONVILLE. DEBUT EN EL TEATRO NACIONAL.

Tras la extensa gira por el interior de la Provincia de Buenos Aires, el dúo Gardel-Razzano (eventualmente en trío con Martino) retomó sus habituales presentaciones en cafés y casas de baile. Para diciembre de 1913, Gardel y Razzano fueron contratados por el político Pancho Taurel para cantar en una velada social celebrada en la “Confitería Perú”, de la esquina homónima y Avenida de Mayo. Dicha reunión prosiguió en el lujoso y aristocrático cabaret-restaurante “Armenonville” de Tagle y Alvear, donde el dúo fue ovacionado por la concurrencia. Luego de esa noche, quedaron contratados para cantar en el lugar con una paga estupenda. En algunas ocasiones, el palco del “Armenonville” vio cantar al dúo y en otras oportunidades, al trío con Francisco Martino. En enero de 1914, el dúo fue contratado para actuar como fin de fiesta en la compañía de los actores Emilio Ducasse y Elías Alippi para animar las obras que este elenco brindaba en el “Teatro Nacional” de la calle Corrientes. Durante los meses del verano y con posterioridad a las actuaciones del teatro, también cantaron en el escenario del “Armenonville”. Esta doble actividad de funciones teatrales y presentaciones nocturnas en el cabaret, la realizaron aproximadamente hasta el mes de abril.

16. TEATROS PORTEÑOS Y GIRAS AL INTERIOR. ROL DE MARTINO. 

Desde el formidable suceso obtenido en el Teatro Nacional, las compañías teatrales en general comenzaron a disputarse el concurso del dúo. Vittone-Pomar, Orfilia Rico, Blanca Podestá, Muiño-Alippi, González Castillo o Camila Quiroga entre otros, compartieron cartel con Gardel y Razzano en los escenarios de los teatros Moderno, Apolo, Nuevo, Buenos Aires, Marconi, etc. También realizó el dúo una importante gira por las ciudades de Rosario, Santa Fe y Córdoba, actuando en distinguidos teatros y cafés con éxitos memorables. Desde entonces, Martino no volvió a cantar con el dúo. Se limitó a participar en algunas compañías artísticas donde el dúo era contratado, pero en su condición de bailarín, actor o guitarrero. Cantará luego como solista, pero no junto al dueto. Con el tiempo, el tercer cantor amigo se dedicó  a colaborar con los mismos en los ensayos musicales y en la creación de canciones criollas para el repertorio del conjunto, que fueron grabados por el dueto o por el propio Gardel como solista.

17. GIRA AL NORTE DEL PAÍS. EL DÚO EN EL URUGUAY Y EL BRASIL. LA COMPAÑÍA RIOPLATENSE. ENCUENTRO CON ENRICO CARUSO. LA COMPAÑÍA TRADICIOINALISTA ARGENTINA. JUAN MOREIRA. EL BALAZO RECIBIDO EN EL PALAIS DE GLACE.

Hacia 1915, el éxito teatral del dúo se extendió hacia el resto del país. Luego de cantar en Córdoba y Santa Fe, Gardel y Razzano se dirigieron a los principales escenarios de Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. A mediados de año efectuaron su primera salida del país, en ocasión de ser contratados por el empresario Viscontti Romano para cantar en el Uruguay. Debutaron en junio de 1915 en el teatro Royal de Montevideo con un éxito descomunal, obligando al dúo desde aquella oportunidad a volver a dicha plaza permanentemente. En la misma temporada cantaron en el teatro 18 de Julio de la capital uruguaya. De regreso a Buenos Aires, se vincularon a la COMPAÑÍA DRAMÁTICA RIOPLATENSE dirigida por Alfredo Duhau junto a lo más selecto del teatro de entonces: Héctor y Camila Quiroga, Enrique De Rosas, Matilde Rivera, Elías Alippi, Ángela Tesada, Enrique Arellano y otros grandes artistas. La compañía había sido contratada para realizar una gira por el Brasil. En dicho viaje, Gardel tuvo la suerte de conocer en el barco al gran tenor italiano Enrico Caruso, con quien departiera cantos en privado. El tenor italiano quedó asombrado ante la voz de su joven admirador. En el Brasil, el dúo se presentó con singular suceso en los teatros municipales de San Pablo y Río de Janeiro. Nuevamente en Buenos Aires, el dúo se sumó a la gran COMPAÑÍA TRADICIONALISTA ARGENTINA dirigida por el genial dramaturgo y poeta José González Castillo y presentó sus servicios en la obra “Juan Moreira”, obteniendo un estruendoso éxito. Allí sumaron como guitarrista a José Ricardo. Tras una función de la mentada obra, la madrugada del 11 de diciembre de 1915, Gardel se dirigió con sus amigos actores Carlos Morganti y Elías Alippi, al salón bailable Palais de Glace. Luego de un confuso altercado en las inmediaciones de Palermo, Gardel fue herido de un balazo en su pulmón izquierdo. Salvó milagrosamente su vida, aunque la bala quedó siempre alojada en su organismo (eso ha dado motivo a que se tergiversara la historia del accidente de Medellín).

18. GARDEL SE REPONE PRONTAMENTE. 1916-1922. NOTABLES ÉXITOS EN LA ARGENTINA Y LOS PAÍSES VECINOS. DISCOS Y PELÍCULAS. LOS TANGOS DE PASCUAL CONTURSI.

Sin embargo, al poco tiempo, el artista convaleciente reinauguró su labor cantoral en binomio compartido con José Razzano. En el verano de 1916, los cantores visitaron Mar del Plata, inaugurando la temporada veraniega y cantaron también otra vez en Montevideo. Durante el año se lucieron intensamente en teatros porteños, como el Esmeralda y el Empire y naturalmente en el interior del país. Para 1917, en la sala del Empire, cantó Gardel por vez primera un tango en público. Para ello eligió “Mi noche triste” de Samuel Castriota y Pascual Contursi. A partir de ese suceso, los tangos de Contursi como “Flor de fango”, “Ivette”, “De vuelta al bulín” y las obras de otros autores de tango comenzaron a ser cantadas por Gardel, naciendo una relación inextinguible entre el género y el cantor. Entre otras actividades salientes, merece destacarse que el dúo comenzó su labor discográfica en la casa Lepage de Max Glucksmman (que posteriormente editaría los discos de marca Nacional Odeón). Estilos, valses, canciones criollas varias y repertorio folklórico argentino y latinoamericano en general (zambas, chacareras, gatos, cuecas, bambucos, etc)  y los primeros tangos fueron grabados y vendidos masivamente en todo el país y plazas vecinas. En 1917, también cantaron en San Juan, Mendoza y visitaron la República de Chile. En el país trasandino, recorrieron Santiago, Valparaíso y Viña del Mar, actuando con sumo éxito. En esta última plaza, Gardel además de cantar tangos ofició en escena de bailarín junto a la vedette Roxana. Otro hecho destacado del año 1917, residió en la actuación de Gardel en el papel protagónico de la película “Flor de durazno”, legendaria obra de nuestro ambiente debida al  escritor Gustavo Martínez Zuviría y dirigida por el pionero Francisco Defilippis Novoa. La cinta se rodó en la provincia de Córdoba, por producción del sello Patria Films, uno de los dos más importantes del cine mudo local. La popularidad del cantor era tan inmensa que hasta los directores buscaban su sola presencia al solo efecto de taquilla. Entre 1918 y 1922, el dúo Gardel- Razzano siguió su itinerario por teatros de Buenos Aires, Montevideo, localidades bonaerenses y numerosas provincias del interior argentino y uruguayo. Cantaron para personalidades ilustres que visitaban Buenos Aires, como los escritores José Ortega y Gasset, Ortega y Munilla, Eduardo Marquina y Jacinto Benavente. En 1921, se le sumó al acompañamiento estable de guitarras el genial ejecutante y compositor Guillermo Desiderio Barbieri, quien  secundaría a CG hasta el accidente de Medellín.

19. TANGOS FAMOSOS. ESTRENO DE “MANO A MANO”. DISCOS DE GARDEL EN EL EXTERIOR. FAMA MUNDIAL DEL TANGO. PRIMER VIAJE A EUROPA. ESPAÑA Y FRANCIA.

Para 1923/1924 los éxitos de la música típica eran interminables: Gardel estrenó su tango  “Mano a mano” con letra de Celedonio Flores con suceso  apoteótico. En su saga de resonancias populares se sumaba este título a un largo catálogo de aplaudidas canciones:  “Zorro gris” de Rafael Tuegols y Francisco García Jiménez, “La copa del olvido” de Enrique Delfino y Alberto Vacarezza, “El patotero sentimental” y “Buenos Aires” de Jovés y Romero,  “Sufra”  y “Pinche” de Francisco Canaro y Juan Caruso, “La cautiva” de Geroni Flores y Numa Córdoba,  el vals de Barbieri y José Rial, “Rosas de otoño”, “Mi refugio” de Cobián y pronto llegarían: “Talán Talán”, “Francesita” y “No le digas que la quiero” de los ya citados Delfino y Vacarezza y otros sonoros tangos famosos. A medida de que Gardel acrecentaba su fama grabando tangos, el dúo mermaba su hasta hace poco tiempo,  inmensa labor. Los discos de Gardel eran reclamados por todo el país, además de las plazas extranjeras: junto al Uruguay, Chile y el Brasil, se adherían el Perú, Colombia, Centroamérica, Cuba, Estados Unidos, España, Italia y Alemania. Por lo tanto, la fama mundial del tango reclamaría en breve su máximo portavoz.

Tan es así que en 1923, Gardel-Razzano fueron llamados desde Europa. Previo a ello, el dúo actuó en Montevideo y cantó también en Santos (Brasil). Marcharon rumbo a España como fin de fiesta de la Compañía de Matilde Rivera y Enrique De Rosas debutando en el Teatro Apolo de Madrid, en el mes de diciembre de 1923. Sus actuaciones -que fueron presenciadas por la reina Eugenia Victoria y la Infanta Isabel de Borbón- se extendieron hasta enero de 1924. La compañía siguió una larga gira por España. Propuestas de empresarios de varias ciudades ibéricas e italianas llegaron para que el dúo prosiguiera la gira, pero los cantores desistieron, permitiendo que sus músicos Ricardo y Barbieri quedaran descansando y retornaran a Buenos Aires, en tanto que el cantor y su compañero oriental optaron por recorrer Francia. Este viaje data de febrero de 1924 y  fue la primera vez que Gardel retornó a su tierra de origen. En principio, el dúo se dirigió a Toulouse, la ciudad natal del cantor. Se hospedaron en la casa del tío Jean Gardés, hermano de Bertha; y cantaron en privado para familiares y amigos tolosanos, que el artista conocía por referencia o epístolas familiares de su madre. Luego de una semana de refugio en Toulouse -donde Gardel mostró a Razzano el Hospital de la Grave donde Bertha dio a luz; y la vieja casa de sus abuelos maternos en la calle Cañón de Arcole 4-, pasaron unos días a París en viaje de compras. Allí Gardel tomó contacto con la “Ciudad Luz”, conoció su vida nocturna, su movimiento cultural y concretó las primeras aproximaciones al ambiente del tango, que cuatro años más tarde lo vería en la cúspide del espectáculo parisino. Gardel fue tentado por el "Casino" de París para cantar en esa temporada, pero JR decidió posponer la propuesta para otra ocasión, puesto que los compromisos en la Argentina los requerían. De esta época data la composición del tango de CG  “Recuerdos de París”, que grabara instrumentalmente Francisco Canaro.

20. REGRESO A BUENOS AIRES. GRABA CON FRANCISCO CANARO Y OSVALDO FRESEDO. CANTA EN RADIO. RAZZANO DEJA EL CANTO Y TRABAJA COMO REPRESENTANTE. VISITAS ILUSTRES. NUEVO VIAJE A EUROPA. 

 


De regreso a la ciudad de Buenos Aires en marzo de 1924, las actividades artísticas continuaron en notable aumento. Presentaciones en teatros porteños, giras al interior del país – no se conocen hasta 1927 visitas a Montevideo en estos años, aunque no se descartan-, muchas grabaciones de tangos cantados por GARDEL y algunas pocas por el dúo con RAZZANO, se multiplicaron raudamente. Merece destacarse que en 1924, Gardel grabó acompañado por la orquesta de Francisco Canaro y actuó junto a Pirincho y sus guitarristas en Radio Low Grand Splendid (en 1923, el dúo había cantado por Radio Brusa  y por Radio Sudamericana en emisiones especiales). A pedido del presidente Marcelo T. De Alvear cantaron para el príncipe italiano Umberto de la casa de Saboya. En 1925, cantaría por otro pedido presidencial, ante Eduardo de Windsor, Príncipe de Gales y futuro rey Británico Eduardo VIII. El cantor grabó un disco especial acompañado por la orquesta del maestro Osvaldo Fresedo. El 30 de septiembre de 1925, en la ciudad santafesina de Rafaela, José Razzano, agobiado por los problemas en sus cuerdas vocales decidió dar un paso al costado y abandonar el canto -en principio momentáneamente- esperando poder tratar la mejoría de su voz. Lamentablemente y pese a varios intentos de recuperación y amagues con el regreso cantoral, Razzano perdió sus esperanzas de volver al ruedo y prosiguió su labor como apoderado, administrador y representante artístico de Gardel (pronto lo sería también de otros artistas como Charlo, Anita Palmero, Ernesto Famá y Enrique Delfino).

Mientras Razzano intentaba alivianar sus problemas fónicos, Gardel fue llamado nuevamente a los escenarios europeos. La compañía Rivera-De Rosas lo imponía una vez más en España. El 5 de noviembre de 1925, GARDEL debutó junto al guitarrista José Ricardo –Barbieri quedó en Buenos Aires a la expectativa de la recuperación de Razzano- en el Teatro Goya de Barcelona. El éxito fue tan grande que los directivos de la firma Odeón española lo contrataron para grabar discos en el novedoso sistema eléctrico. De esa suerte, se registraron numerosas placas entre las cuales se destacaron: “Echaste buena”, “Leguisamo solo”, “El alma de la calle”, “El tatuaje”, “Raza noble,”Yo te bendigo”  y “El bulín de la calle Ayacucho”, entre otros temas populares. Asimismo, seguían llegando los éxitos de Buenos Aires en otros discos que recorrían España, Francia, Italia y Alemania y otros países como Brasil y México, donde se escuchaban: “Entrá nomás”, “Callecita de mi barrio”, “Silbando”, “Padre nuestro”, “Sonsa”, “Cicatrices”, “Langosta”, “Maniquí”, “Sentimiento gaucho”, “Amigazo”  y los siempre solicitados: “Mano a mano”, “La Cumparsita (Si supieras)”, “Rosas de otoño”, “Buenos Aires”, “Una pena”, “Nunca más”, “Fea” y tantos otros. El éxito del tango en el mundo avanzaba con las huestes de los hermanos Francisco, Juan, Mario y Rafael Canaro, Bachicha, Bianco, Pettorossi, Manuel y Salvador Pizarro, Mario Melfi y muchos más que como Arolas dejaron su sello. En enero de 1926 el cantor pasó a Madrid, donde extendió sus triunfos, pero la fiebre por Gardel en Barcelona fue tan grande que debió retornar a terruño catalán. Volvió a grabar otra tanda de discos y luego retornó a Buenos Aires.

Actualizado ( Jueves, 18 de Junio de 2020 00:15 )  

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